Me encantan los currys, qué queréis que os diga. Uso leche de coco baja en grasa, que no sabe igual ni de coña, pero qué se le va a hacer. Estar gordita es lo que tiene. No importa: luego se bate un poco y listo. Se bate un poco de los garbanzos, digo, para espesar la salsa. Es un plato aromático, como todos los currys, y apropiadísimo para una buena comida de invierno. La receta es de 1000 vegan recipes, con mis correspondientes tuneos (ella le echa patata, yo no, porque busco platos congelables; ella le echa guisantes y yo no porque no tenía…). Y, ahora que me doy cuenta, ¡¡es una receta repetida!! Ay, qué mal funcionan mis archivos mentales…
Ingredientes para 4 raciones:
- 1 cucharada de aceite de pepitas de uva o de oliva
- 1 cebolla mediana picada
- 2 zanahorias medianas picadas
- 2 dientes de ajo picados
- 1 cucharadita de jengibre fresco picado
- 1 cucharadita de curry en polvo
- 1/2 cucharadita de comino molido
- 1/2 cucharadita de coriandro (cilantro) molido -es una especia redonda; no es cilantro en hojas-
- 1 taza (225 gramos) de agua
- 320 gramos de garbanzos secos (pero cocidos ya: es decir, el peso es de los garbanzos secos, pero la receta usa garbanzos cocidos, así que hay que cocerlos antes).
- 1 lata de leche de coco baja en grasas
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal o al gusto
Preparación:
En una olla grande, calienta el aceite a fuego medio. Añade la cebolla, las zanahorias picadas y el ajo. Tapa y cocina hasta que las verduras estén suaves, unos 5 minutos.
Agrega ahora el jengibre, el curry, el coriandro y el comino. Cocina, sin tapar, durante algo más de un minuto, removiendo con una cuchara de madera. Agrega el agua, lleva a ebullición, baja el fuego, tapa y deja cocer unos 20 minutos.
Añade los garbanzos, la leche de coco, las pasas, el azúcar y la sal. Cuece, sin tapar, durante otros 20 minutos para que se intensifiquen los sabores. Si quieres una salsa más espesa, pon un cacito de los garbanzos en la batidora y añádelos al guiso después de batirlos. Sirve.
Se puede congelar.
Mmm, ¡qué ganas de probarlo! Me parece que voy a cambiar el menú de hoy 🙂
Fíjate si me gustará a mí que lo repetí sin darme cuenta…