Alubias blancas mediterráneas

J.L. Fields llama a este plato Mediterranean beans with greens, pero yo, greens no tenía y eché judías verdes. No tengo casi comida congelada y los fines de semana no son míos del todo. Este, día de la madre. A Badajoz. El que viene, comunión. A Badajoz. El domingo, viene Lara López a leer al WOMAD. Y, con Lara, viene Ferrán Fernández, el editor de Luces de Gálibo que siempre me trae galletas a Centrifugados. Y el siguiente me voy a Madrid para ver a Angelica Liddell. Y el siguiente al Poetas, de Madrid. En algún punto de mi vida debería cocinar. O acostumbrarme a hacerlo las tardes de los días de diario, pero ahora estoy cogiendo el coche lo máximo que puedo.

El primer día me fui al Mercadona, pensando que no habría nadie. Estaba allí todo Mérida. Así que me largué a dar vueltas por los pueblos. Fui a Calamonte y a Alange (la carretera de Alange es preciosa). Yo lo que tenía que haber hecho es irme a un polígono y luego a la ciudad, pero soy así de brusca. Al día siguiente sí que me fui al Polígono. Sigo sin saber aparcar, porque no cojo las medidas. En el garaje voy muy lenta, que es como hay que ir, por otra parte, porque solo hay una salida. Y ya le he hecho mi primer rayón con la columna.

Este fin de semana pasado he conducido Mérida-Badajoz y Badajoz-Mérida. Es autovía. Mi primera autovía de 50 y tantos kilómetros y se me hace eterna. De todos modos, me gusta conducir. O me gustará más cuando vaya segura.

Y así estoy. Como principiante conductora a los 42. Que no es lo mismo que hacerlo con 18, con ese cuerpo inmortal que Dios te ha dado, que cuando se te han muerto ya varios amigos en accidentes de coche.

Tengo la sensación de que todo lo hago tarde en esta vida.

Este platito tarda el tiempo justo. Menos mal que la cocina no falla. Bueno, a veces sí, pero esta receta no.

Alubias mediterráneas
Alubias mediterráneas

Ingredientes para 8 raciones de las mías:

  • 200 gramos (1 taza) de alubias blancas cannellini (de las pequeñas) puestas a remojo 12 horas o toda la noche
  • 470 ml (2 tazas) de caldo vegetal
  • 2 latas de 400 gramos de tomate picado
  • 50 gramos (1/2 taza) de aceitunas verdes a rodajas
  • 1 cucharadita de aceite de oliva
  • 4 dientes de ajo muy picados
  • 150 gramos de judías verdes hechas al vapor. La receta original usa rúcula.
  • 120 ml (1/2 taza) de zumo de limón dividido en dos partes iguales (60 ml cada una o 1/4 taza)
  • 1/2 cucharadita de orégano seco
  • 1/2 cucharadita de albahaca seca
  • 1/2 cucharadita de ajo en polvo
  • Para servir: cebada perlada, arroz integral, trigo cocido, avena en grano cocida, espelta cocida…
Alubias mediterráneas
Alubias mediterráneas

Preparación:

Enjuaga y escurre las alubias.

Pon, en la olla, las alubias, el caldo, los tomates picados, las aceitunas, el ajo en polvo, el orégano y la albahaca. Tapa y cocina en presión HIGH (alta) de 6 a 10 minutos. Depende de tus alubias. Yo siempre lo pongo 8 minutos y luego voy mirando si le hace falta cocer un poco más. Deja salir el vapor de forma natural.

Mientras se hacen las alubias, calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego alto. Agrega los ajos picados y sofríelos un minuto o dos. Añade las judías verdes y dales unas vueltas. Echa la mitad del zumo de limón y dale unas vueltas.

Cuando la olla se pueda abrir, quita la tapa y comprueba si las alubias blancas están cocidas. Si no lo están, ponlas unos minutos más. Añade el zumo de limón restante. Prueba la sazón. No lleva sal, pero no está soso.

Para servir, pon arroz o cebada o cualquier otro cereal cocidos e un plato, agrega las alubias y las judías verdes y a comer.

 

Alubias blancas mediterráneas

Tapenade de berenjenas

Yo podría escribir algo hermoso, porque hace mucho que no actualizo el blog, pero no soy capaz. Me duele la cabeza, me han salido infinidad de granos (iba a escribir «granitos», pero no son pequeños) por la primavera, tengo astenia, la regla se me lleva retrasando tres días (lo que significa que llegará en pleno esplendor, con dolores por doquier y náuseas y toda la equipación) y, como tengo las hormonas así y también hay elementos externos que influyen, me levanto llorando y me acuesto llorando.

Tapenade de berenjenas
Tapenade de berenjenas

Ah, la regla y los lloros no son material para un blog de cocina, pero yo creo que de la regla hay que hablar más.

Habría que hablar más de todo. De la regla, de la depresión, de la autoestima, de las gorduras, del amor, del desamor, del afecto, del rechazo, de cómo afecta el rechazo, de las muertes, de las relaciones, de la falta de relaciones, de los roles que adoptamos sin saber cómo salir de esos roles… De los problemas del Primer Mundo, en definitiva.

Pero bueno, hoy me dan el coche. Viene conmigo una amiga para llevarlo a mi casa. Luego yo me tengo que ir a que me den meneos en el hombro, porque me lo he dislocado. Mañana no podré cogerlo porque me largo a Cáceres a la feria del libro. Vuelvo por la mañana y por la tarde sí lo cogeré. Y el domingo, que viene una amiga mía a hacer prácticas conmigo.

Lo que pretendo hacer (es lo que me han dicho en la autoescuela que haga y soy así de obediente) es largarme bien temprano (yo, los fines de semana me despierto a las 6, igual que el resto de los días) a un sitio con cuestas y comprobar cómo funcionan los pedales. Y luego ya podré lanzarme por ahí.

Mientras tanto, esto está muy rico y es lo que voy a comer.

Tapenade de berenjenas
Tapenade de berenjenas

Ingredientes para 2 raciones:

  • 250 gramos (3 tazas) de berenjenas sin pelar, bien lavadas y cortadas en cuadraditos
  • 270 gramos (1 y 1/2 tazas) de tomate picado en cuadraditos o una lata de 410 gramos de tomates picados, sin escurrir
  • Una lata de 170 gramos de aceitunas verdes sin hueso a rodajas (yo puse 50 gramos)
  • 4 dientes de ajo muy picados
  • 2 cucharaditas de alcaparras, escurridas
  • de 1 a 2 cucharaditas de vinagre balsámico
  • 1 cucharadita de albahaca seca o 1 cucharada de albahaca fresca
  • sal al gusto
  • pimienta negra

Preparación:

Pon las berenjenas, el tomate, las aceitunas, el ajo y las alcaparras en la crock pot. Cocina en LOW de 7 a 9 horas, hasta que las berenjenas se hagan.

Antes de servir, añade vinagre, sal y pimienta. Remueve bien y decora con la albahaca.

Tapenade de berenjenas

Aliño de anacardos y mostaza para ensalada

Aliño de anacardos y mostaza
Aliño de anacardos y mostaza

Tengo un libro de ensaladas, el Salad Samurai de Terry Hope Romero, pero nunca hago ensaladas. Todas las recetas siempre son para cuatro personas y yo vivo sola. Así que las miro, pienso que tienen que estar muy ricas y no las hago. No me pongo a asar verduras y a mezclarlas ni a hacer aliños imposibles que duren un día nada más. Pero un día, Javier, de las Huertas del Abrilongo, que es mi grupo de consumo, me regaló una ensalada de brotes de rábano, soja y no sé cuántas cosas más y me dije: esta es la mía. Y rescaté el Salad Samurai e hice este aliño tan rico. Y descubrí que la mostaza de Dijon dura años abierta en la nevera, pero pica.

Ensalada de brotes con aliño de anacardos y mostaza
Ensalada de brotes con aliño rico

Ingredientes:

  • 80 gramos (1/2 taza) de anacardos crudos
  • 170 ml (3/4 taza) de agua caliente
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 diente de ajo pelado
  • 2 cucharaditas de miso blanco (shiro miso)
  • 2 cucharaditas de mostaza de Dijon
  • 1 cucharadita de ajo en polvo
  • 1 cucharadita de cebolla en polvo
  • 1/2 cucharadita de estragón seco
  • 1/2 cucharadita de albahaca seca
Aliño de anacardos y mostaza
Aliño de anacardos y mostaza

Preparación:

Si tienes MyCook, pon los anacardos y bate 15 segundos para hacerlos polvo. Añade el agua caliente ahora y bate hasta que se haga una crema, durante 1 minuto a velocidad 7-9. Agrega el resto de los ingredientes y bate muy bien de nuevo. Con 2 minutos a máxima velocidad tienes más que suficiente para que no queden grumitos. Si no quieres que salte la salsa, pon el cestillo dentro del vaso y así no tendrás que raspar las paredes ni la tapadera para aprovecharlo todo.

Si no tienes MyCook, pon los anacardos en remojo en el agua caliente y luego, ponlos en el vaso de la batidora (todo: los anacardos y el agua). Bate hasta que se haga una crema. Luego, agrega el resto de los ingredientes y bate de nuevo. Agrega el resto de los ingredientes y vuelve a batir.

En los dos casos, mete en un bote con tapa y al frigorífico, al menos 20 minutos antes de aliñar tu ensalada. Lo puedes guardar dos días. Si no te lo vas a comer, congélalo. Sí, se puede congelar.

Terry Hope usa hierbas frescas, por cierto: 3 cucharadas de hierbas frescas (albahaca, estragón, eneldo). Yo tengo seis maceteros comprados para plantar hierbas. Desde hace dos años y medio. Casi tres. En junio hace tres. Este año me pongo. Prometido.

Aliño de anacardos y mostaza para ensalada

Salchichas desmenuzadas de tempeh

Tempeh sausage crumbles. Salchichas de tempeh desmenuzadas. Como cuando coges las salchichas de cerdo, las abres, quitas la tripa (que es la piel) y la desmenuzas. En España eso no se lleva mucho, pero en Florencia yo lo he visto. las ponen abiertas por la mitad o desmenuzadas encima de las pizzas. Y esto se puede usar igual: desmenuzado encima de las pizzas, con alguna salsa para la pasta, si haces tacos mexicanos alguna vez, como relleno de bocadillos o de tortitas o de pan naan o de pita… Creo que es la primera receta con tempeh que aparece aquí, porque a las otras que he hecho no les he hecho fotos. Imperdonable.

Esta receta es de Vegan with a vengeance, de la segunda edición, que es mucho más bonita que la primera y en la que cambian algunas recetas y hay más fotos. Con que solo hubieran puesto una, ya habría más, comparada con la primera. De todos modos, los dos son libros imprescindibles en cualquier buena biblioteca de cocina (cuyo dueño hable inglés). En cualquiera, ojo.

«¿Por qué lo llamas salchicha si no es una salchicha?» Porque sabe a salchicha. Y porque el aspecto recuerda a la salchicha cuando se desmenuza. Porque no hemos nacido veganos, sino en una cultura gastronómica concreta, en mi caso hipercarnívora, y «tempeh desmenuzado al hinojo y la mejorana» es una cosa que queda muy cursi. ¿Qué vas a comer? «Pasta con tomate y salchichas así, deshechas» versus «Pasta con tomate y tempeh desmenuzado al hinojo y la mejorana». Hemos crecido comiendo hamburguesas (cosas picadas aplanadas en forma redonda: las hay de carne y también de pescado, pero a las de pescado no se les dice ni mú), salchichas, chorizos y filetes. Usamos esas palabras también. Superadlo. En la última feria del libro de Badajoz, alguien me dijo: «Pero no lo llaméis hamburguesas»… Y de pronto, cuando yo iba a soltar toda esta retahíla, se escuchó: «No lo llames matrimonio«.

Por si alguien me lee desde allende los mares, esta frase («No es un matrimonio», «no lo llaméis matrimonio») se usó muchísimo por parte del Partido Popular, que es el partido conservador español, cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero quiso aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Y, cuando alguien me pregunte, lo diré: «No lo llames matrimonio». Porque yo veo esto y pienso que es talmente carne picá.

Ingredientes para 3 raciones de las mías:

  • 400 gramos de tempeh
  • 4 cucharadas de semillas de hinojo enteras, molidas (después de medirlas) en el molinillo, parcialmente. Si no os gusta tanto el hinojo, porque es potentorro, poned 2 cucharadas
  • 2 cucharaditas de albahaca seca
  • 2 cucharaditas de mejorana seca o de orégano seco (yo usé mejorana)
  • 1 cucharadita de salvia seca
  • 1/2 cucharadita de copos de chile (copos de pimiento rojo)
  • 4 dientes de ajo picados
  • 4 cucharadas (60 ml) de salsa de soja (o tamari para los celíacos)
  • 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva
  • El zumo de 1 limón (unos 50 ml)

Preparación:

Desmenuza el tempeh en una cacerola y añade agua hasta que casi lo cubra. Cuécelo a fuego medio-alto hasta que la mayoría del agua se haya evaporado (de 12 a 15 minutos). Esto se hace para quitarle el amargor al tempeh, que sin cocer o sin cocinarlo al vapor, está muy fuerte. Escurre el agua sobrante, agrega el resto de los ingredientes y cocina hasta que esté doradito, unos 20 minutos. Si haces la mitad de la receta, serán unos 10 minutos. De todos modos, esto lo tienes que ir viendo tú porque, cuanto más lo cocines, más líquido pierde y lo mismo te gusta más jugoso que a mí.

Esto es potente, ojo. Es decir, sabe especiado, así que es mejor mezclarlo bien con otras preparaciones. Por ejemplo, en una pizza con verduras quedaría genial. Con pasta y salsa de tomate, si le echas demasiado, puede resultar un poco abrumador (sobre todo, por el hinojo, que es una especia a la que los españoles -o al menos esta española que soy yo- no estamos muy acostumbrados). Para que resulte menos potente, hay que echar menos cantidad de hinojo. Con arroz también quedaría muy bien. Experimentad e id probando, porque yo lo mismo estoy diciendo que esto me resulta potente y vosotros lo probáis y decís: «pues no es para tanto». Ventajas y desventajas de tener paladares diferentes…

Eso sí: está muy rico. El tempeh, que es maravilloso.

Salchichas desmenuzadas de tempeh

Hamburguesa barbacoa

Una vez que el verano ha acabado y hay nuevas responsabilidades profesionales (sigo en el mismo sitio, pero con más trabajo), a mí lo de meterme en la cocina todos los días, no se me da. Porque no me da tiempo. Si no tengo comida hecha, las cenas me las apaño malamente: es decir, una tostada con hummus y, si tengo, verduras. Y, si no tengo, pues no pasa nada. Pero, como he comenzado a hacer deporte y he cambiado hábitos y tengo dos congeladores, ahora me organizo mejor: legumbres cocidas para un apaño, verduras en sus tuppers, bolsas de verduras congeladas por si acaso… y hamburguesas. Hamburguesas barbacoa.

En España, si pensamos en pizza, pensamos en tomate y orégano. En América, deben de pensar en cantidades ingentes de carne picada y salsa barbacoa, que es a lo que sabe esta hamburguesa, a pesar de que no lleva salsa barbacoa. En realidad, se llama «pizza burger» y está sacada de The Best Veggie Burgers on the Planet de Joni Marie Newman, con alguna modificación mínima, porque la masa queda muy líquida y la hamburguesa tarda en hacerse. Para prepararla, hay que hacer una crema agria de anacardos, que te da para 24 hamburguesas, así que yo hice la mitad y la otra mitad de la crema la guardé en papel film para otra vez. Son potentes. Es decir, tienen un sabor fuerte. No son aptas para comerlas solas sin nada más, que es como yo me como las hamburguesas. O quizá soy yo, que me está cambiando el paladar y, donde antes veía un turrón de chocolate riquísimo, ahora veo cacao malo y azúcar y, donde antes echaba un pelín más de sal o dos, ahora todo lo noto salado. Dicen que a la vejez el paladar cambia. No puede ser, que acabo de cumplir 40: cerebro, cuerpo, esperaos un poco más.

Ingredientes para 6 hamburguesas:

  • 100 gramos (1 taza) de soja texturizada fina
  • 1 cucharada de pimentón dulce de La Vera. O agridulce. Si os gustan las úlceras, usad picante, pero lleva pimienta y chile en polvo, vosotros veréis.
  • 1 cucharada de ajo en polvo
  • 1 cucharadita de semillas de anís enteras
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1 cucharadita de albahaca seca
  • 1/8 cucharadita de copos de chile
  • 1/8 de cucharadita de pimienta negra
  • 2 cucharadas de humo líquido
  • 2 cucharadas (30 ml) de aceite de oliva + 60 ml (1/4 taza) más de aceite
  • 235 ml (1 taza) de agua
  • 210 gramos de gluten (1 taza y 1/2)
  • 1 lata de 170 gramos de tomate concentrado
  • 85 gramos (1/3 taza) de crema agria de anacardos

Para la crema de anacardos:

  • 200 gramos de tofu firme, prensado y escurrido
  • 30 gramos (1/4 de taza) de anacardos crudos, hechos polvo en un molinillo
  • 1 cucharada de vinagre de arroz
  • 1 cucharada de zumo de limón o de lima
  • 1 cucharada de shiro miso (miso blanco)
  • 1 cucharada de aceite de oliva

Preparación:

Yo hice primero la crema de anacardos. Pon todos los ingredientes en un robot de cocina o en una batidora potente: pon los líquidos abajo para que las cuchillas puedan moverse bien, porque la masa es densa y dura. Yo lo hice en el robot, porque lo intenté antes con una batidora normal de vaso y ni modo: el robot sí funciona, pero la batidora sufre un poco. Y no queremos que nuestros electrodomésticos sufran. Hay que batir hasta que esté muy cremosa. Luego, resérvala. Dura una semana en el frigorífico.

En un cacito, lleva el agua a ebullición. Mientras tanto, pon la soja en un bol, junto con la pimienta, el pimentón, el anís, la sal, el azúcar, los copos de chile, la albahaca seca y el ajo en polvo. Mezcla todo bien. Una vez hierva el agua, échala en el bol, da unas vueltas con una cuchara de madera, agrega 2 cucharadas de aceite de oliva y el humo líquido, remueve de nuevo, tapa el bol con un plato y deja reposar unos 10 minutos. Quita el plato y deja enfriar.

Cuando esté manejable, más bien frío, agrega el gluten, el tomate concentrado, el resto del aceite de oliva (los 60 mililitros) y la crema agria. Remueve con una cuchara de madera y luego amasa con tus manos. Deja enfriar del todo para que el gluten se desarrolle. Forma 6 hamburguesas (salen de 150 gramos cada una, bien gorditas).

Ahora puedes hacerlas de varias maneras. Yo tengo una parrilla eléctrica que tiene cuatro posiciones (la 4 es la más alta) y, después de mucho probar, descubrí que quedan perfectas teniéndolas 20 minutos al 3. En teoría, estarán listas, según Newman, con 5 minutos por cada lado a fuego medio-alto en una sartén con un pelín de aceite. A mí así me parece que el gluten queda crudo y que debe quedar más compacto. Pero esto va en gustos personales, porque a mí todo me gusta más bien duro. También se pueden hacer al horno, en una bandeja forrada con papel de hornear, durante 15 minutos a 180º C. Dales la vuelta al finalizar los 15 minutos y luego, ponlas otros 15 minutos más. Eso sí: se endurecen cuando se enfrían, porque se siguen cocinando un pelín. Yo, ya os digo, las hice a la parrilla. Pero estoy pensando que estas parrillas son muy buenas para hacer una tanda de verduras en nada de tiempo, pero no me quedo contenta con las hamburguesas, me parece que quedan siempre mejor en sartén o al horno.

Yo las aderezaría con verduras, porque ya os digo que estas hamburguesas barbacoa son fuertes de sabor. Vamos, que yo las metería en un pan con mucho tomate a rodajas y mucho verde por el medio. Y sin salsa, porque como llevan una cantidad buena de aceite, están jugosas y sueltan su grasilla.

Hamburguesa barbacoa

Albóndigas

Mis primeras albóndigas. Y además tienen pinta de albóndigas. Que no se diga. Y textura de albóndigas. Y están tremendas.

Se pueden usar como las albóndigas normales; es decir, solas o con salsa de tomate (casera mejor: mi favorita es esta, pero también tenemos esta otra y esta otra. La especiada creo que está demasiado especiada (a ver: hay gente que la ha probado y dice que le encanta: a mí la salsa de tomate me gusta espesísima, primero, y luego que sepa solo a tomate, nada más. Si acaso, un poco de orégano. Pero cuando pica, ya me echa para atrás). Midiendo la masa con una cuchara de helado me salieron 29 albóndigas justas, pero esto, como todo, depende de cómo las hagáis. Yo las hice tamaño albóndiga, no tamaño pelota de fútbol. Si las hacéis más grandes, habrá que ponerlas más tiempo en el horno.

Porque esta receta lleva horno. Habréis visto pocas recetas así en el blog… porque el horno se me estropeó, así que he estado meses y meses sin utilizarlo. Y eso que es uno de mis electrodomésticos favoritos. Sí, gasta electricidad, qué se le va a hacer. Pero yo no lo noto mucho en la factura cuando le meto tralla, la verdad. La receta es de The Homemade Vegan Pantry, que se está transformando en uno de mis libros favoritos. Sin duda.

Ingredientes para 29 albóndigas, hechas con una cuchara de helado que mide 1 cucharada:

  • 1 cebolla muy picada (hazlo con un procesador de alimentos, o picadora, si tienes)
  • Aceite de oliva para saltear las cebollas
  • 225 gramos de champiñones, limpios y en cuartos
  • 2 cucharadas de tamari o salsa de soja (si eres celíaco, tamari)
  • 1 cucharada de miso de garbanzos o miso blanco
  • 2 tazas de arroz integral cocido (es decir, 280 gramos de arroz ya cocido: el peso es del arroz cocido, no seco y cocido después)
  • 1 taza de lentejas cocidas (190 gramos)
  • 1/4 taza (70 gramos) de tomate concentrado
  • 3 cucharadas (15 gramos) de levadura nutricional
  • De 4 a 6 dientes de ajo muy picados
  • 1 y 1/2 cucharaditas de albahaca seca
  • 1 cucharadita de romero fresco picado o 1/2 cucharadita de romero seco
  • 1/2 taza de avena en copos (60 gramos). Si eres celíaco, que no tengan gluten.
  • 1 taza de nueces molidas o 1 y 1/2 tazas de pan rallado. Si eres celíaco, sin gluten o nueces. Yo usé pan rallado y son 210 gramos.
  • Si usas pan rallado, 2 o 3 cucharadas de agua. Yo eché 3, que son 45 mililitros.

Preparación:

Precalienta el horno a 180º C y prepara dos bandejas forradas con papel de horno.

Calienta una sartén a fuego medio y saltea las cebollas, o en seco o con un poco de aceite. Yo eché una cucharada de aceite. Hazlo hasta que comiencen a pegarse un poquito (algo más de 10 minutos). Ten preparado un vaso de agua con una cuchara dentro para ir echando después cucharadas de agua y evitar que se pegue todo a la sartén. Si te hace falta, añade un pelín de agua.

Mientras las cebollas se hacen, pica muy menudos los champiñones en una picadora o procesador de alimentos. No quieres hacer un puré, pero sí dejarlos con la textura de la carne picada.

Cuando las cebollas estén, agrega los champiñones bien picados y saltea hasta que pierdan el agua (serán unos 7 minutos o más, depende). Agrega la salsa de soja y el miso, remueve y aparta del fuego.

Ponlo todo en un bol grande. Añade el arroz cocido y las lentejas y mezcla muy bien. Incorpora el tomate concentrado, la levadura nutricional, el romero y la albahaca y los ajos picados.

Ahora, en una picadora o procesador de alimentos, pica la avena. No quieres transformarla en harina, solo romperla un poco.

Ahora, decide si quieres usar nueces o pan rallado. Las nueces hay que transformarlas en harina. Yo usé pan rallado. Da una textura muy tradicional, el pan rallado, aunque también las probaré con nueces, porque nunca voy a desdeñar ningún plato con nueces. Pero el pan rallado me venía más a mano y no tenía que molerlo ni nada. Cuando llevas cocinando todo el día, lo cómodo gusta mucho. Si usas pan rallado, rocíalo con el agua para humedecerlo. Echa o las nueces o el pan rallado al bol y mezcla muy bien, amasando, con las manos. La mejor manera es apretar la masa como cuando cogías un pegote grande de plastilina y lo querías deshacer. Cerrando el puño. Así. Cuando esté toda la masa bien amalgamada, coge una cuchara de helado (o una normal) y haz bolas del mismo tamaño (mi cuchara mide 1 cucharada americana) y ponlas en la bandeja de hornear.

Hornea de 30 a 35 minutos, saca y ya están listas para utilizarlas como quieras. Se pueden comer así tal cual o añadirles salsa.

Hay una salsa de tomate con almendras que hace la madre de una amiga mía para las albóndigas y que tengo que encontrar pero ya. Si me acuerdo qué madre de qué amiga las hacía…

Albóndigas

Hamburguesas de garbanzos con pipas de calabaza

Estas hamburguesas, así de pálidas, están muy ricas. Son de este libro de Dreena Burton, de la que tengo también todo lo que va sacando porque explica las recetas muy profusamente, que es como a mí me gusta. Son sin gluten, pero siempre y cuando cuidemos algunos ingredientes, como la avena y la salsa de soja, que ha de ser tamari.

Soy la tonta de las hamburguesas, lo reconozco. Tanto las hamburguesas como el seitán o las salchichas me solucionan una cena, porque no me da por comer platos muy elaborados en las cenas, ni sopas de legumbres ni nada por el estilo. Soy así. Supongo que es porque, cuando comía carne y pescado, las cenas se solucionaban de mala manera. Llego muy tarde dos días por semana de inglés (muy tarde son las 22:30 y yo a esa hora me acuesto, porque me levanto a las seis de la mañana).

La receta es rápida de hacer, si se tienen los garbanzos y el arroz cocidos el día anterior.

Hay que tener en cuenta que no son súpermegahiperjugosas, como otras de las hamburguesas que hay en este blog: con frecuencia, he encontrado que las hamburguesas hechas de garbanzos (salvo las de Oh she glows, que son espectaculares) quedan más bien sequitas. Al principio pensaba que era porque me colaba yo con los amalgamantes y espesantes (harinas, avena…), pero, después de haber probado varias, de cocineras en las que confío, como Burton o Moskowitz, creo que es porque son pastosillas per se. Sí es cierto que la inmensa mayoría de la humanidad se come las hamburguesas en un pan, con bocadillo, un tomate jugoso, lechuga y alguna salsita. Yo no: yo me las como a palo seco. Pero, como todo tiene arreglo en esta vida, uno puede añadir una salsita: un poco de salsa barbacoa, un poco de ketchup o, la que más me gusta a mí, una salsa hecha con un yogur de soja, un diente de ajo pequeño picado y unas hojitas de hierbabuena o eneldo. Y así están espectaculares.

Ingredientes para 6 hamburguesas grandes:

  • 400 gramos de garbanzos cocidos
  • 1 diente de ajo mediano picado
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de levadura nutricional
  • 2 cucharaditas de tahini
  • 1 cucharada + 2 cucharaditas de vinagre de vino tinto
  • 1 cucharadita de salsa de soja (para los celíacos, de salsa tamari)
  • 1/4 cucharadita de orégano seco
  • 1 cucharada de semillas de chía molidas o 1 y 1/2 cucharadas de semillas de lino molidas
  • 2 cucharaditas de mostaza de Dijon
  • 40 gramos de cebolleta muy picada, sobre todo la parte verde
  • 20 gramos de albahaca fresca o al gusto. También puedes poner 1 cucharadita de albahaca seca
  • 150 gramos de arroz integral cocido y frío
  • 75 gramos de pipas de calabaza crudas
  • 100 gramos de copos de avena (si eres celíaco, asegúrate de que no tengan gluten)
  • aceite para freír

Preparación:

En un robot de cocina, mezcla los garbanzos, el ajo, la levadura nutricional (también puedes usarla de cerveza, claro está, aunque no sean lo mismo), el tahini, la salsa de soja o tamari, el vinagre, las semillas de chía molidas y la mostaza. Haz un puré. Sí, puré. No tiene que quedar textura en este punto. Si usas albahaca seca, añádela ahora también, antes de hacer el puré.

Agrega la cebolleta y la albahaca fresca y pulsa hasta que los ingredientes se incorporen. Ahora no tienes ya que hacer ningún puré, solo pulsar un poco el botón del robot de cocina, unos segundos.

Incorpora ahora el arroz, las pipas y la avena y bate de nuevo, parando e integrándolo todo con una espátula, hasta que esté todo bien incorporado y espeso. Ahora sí quieres que quede textura.

Quita las cuchillas y haz 6 hamburguesas. Puedes meter la masa 30 minutos en el frigorífico para que sea más compacta, pero de verdad que no le hace falta (yo no lo hice).

Para cocinarlas, engrasa una sartén con una fina capa de aceite y hazlas de 6 a 8 minutos por cada lado. Eso marca la receta, pero yo las puse en la parrilla eléctrica, que se hacen por los dos lados de golpe, y las tuve 10 minutos.

Luego ponlas en una bandeja o un plato, deja enfriar y congela envueltas en papel film. También las puedes comer directamente, claro está.

Hamburguesas de garbanzos con pipas de calabaza

Crema de tomate con albahaca

Otoño. En otoño siempre ha comenzado mi año. Primero, con el curso escolar. Luego, con la costumbre. El otoño es el inicio de los nuevos proyectos, de retomar los antiguos que dejaste abandonados y de volver a la rutina. Y también es tiempo de cremas, purés y sopas. Este puré está sacado de Vegan Slow Cooking for Two or Just for You, que es un libro para slow cookers pequeñas que posibilita no comer siempre lo mismo. Yo lo he utilizado hasta como aliño de una ensalada, frío, porque queda muy espeso. Y funciona.

Ingredientes para 3 raciones pequeñas o 2 grandes:

  • 540 gramos de tomates picados
  • 60 gramos de agua
  • 35 gramos de anacardos
  • 5 dientes de ajo pelados y enteros
  • 2 cucharaditas de albahaca seca
  • De 120 a 235 mililitros de leche vegetal
  • 1 cucharada de albahaca fresca
  • sal
  • pimienta

Preparación:

Pon los tomates, los anacardos, los ajos, la albahaca seca y el agua en la crock pot y cocina en LOW de 7 a 9 horas. Recuerda que si tu crock pot cocina muy fuerte, puedes forrarla con papel de aluminio. Yo lo hago porque la mía me quema la comida.

Por la mañana, pon la sopa en el vaso de la batidora, añade 120 ml de leche vegetal y albahaca fresca, sal y pimienta. Bate muy bien. Si queda demasiado espesa para ti, añade más leche.

Puedes servirla calentita o fría.

Crema de tomate con albahaca

Seitán en crock pot

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Nunca había hecho seitán en la crock pot. De hecho, nunca he hecho seitán cocido, solo al vapor o al horno: en el blog tenéis muchas recetas. Tenía una slow cooker de 4 quarts cuando decidí comprar otra más pequeña (sí, quien la prueba, se enamora). ¿Por qué razón? Porque en la grande sale mucha cantidad. Y luego congelo. Todavía tengo que observar si necesito un congelador externo en mi casa nueva, porque estos meses de teatro han sido tan caóticos (y divertidos) que he cocinado lo mínimo imprescindible. Así que, con una olla lenta pequeña, puedo hacer recetas que me sirvan para la cena. La estrené con este seitán que escogí del libro Vegan Slow Cooking for Two or Just for You.

003 Italian seitan coins

Ingredientes para 6 raciones:

  • 700 mililitros de agua
  • 2 cubitos de caldo vegetal
  • 130 gramos de gluten
  • 1 cucharadita de albahaca seca
  • 1 cucharadita de tomillo seco
  • 1 cucharadita de mejorana seca
  • 1/2 cucharadita de pimienta
  • 1/2 cucharadita de cebolla en polvo
  • 1/4 cucharadita de cayena en polvo
  • 1/4 cucharadita de romero seco
  • 1/4 cucharadita de sal fina
  • 165 gramos de agua

001 Italian seitan coins

Preparación: 

Pon los 700 mililitros de agua y las dos pastillas de caldo en una olla lenta de 1.2 a 2 quarts y ponla en HIGH mientras preparas el seitán. Que no se te olvide la tapa.

En un robot de cocina, con el accesorio de amasar, pon el gluten y las hierbas y pulsa para que se integre. Añade la mitad del agua y amasa hasta que se absorba. Agrega luego la otra mitad del agua. Ten en cuenta que las distintas marcas de gluten absorben distintas cantidades de agua, así que ve observando: tiene que quedar una masa.

Pásala a la encimera y amasa durante cinco minutos. Deja reposar, para que el gluten se desarrolle. Corta la masa en ocho trozos, da forma de salchicha (bueno, a mí no me quedaron muy bien, la verdad) y, con un cuchillo afilado, córtala en rodajitas. Ponlo en la slow cooker y cuece en HIGH de 2 a 3 horas, hasta que veas que el gluten comienza a flotar. El mío comenzó a flotar a la hora y poco, pero yo lo dejé dos igualmente.

Guárdalo en la nevera (3 días) o congélalo con su caldo. Descongélalo en el frigorífico. No tires el caldo, que te servirá para hacer más seitán, o para risotto o para una sopa.

Seitán en crock pot

Salsa de tomate especiada

Sí, esto también es de Isa does it. Porque yo, cuando cocino, me apaño. Intento llenar el congelador. Así que hago dos salsas para pasta y dos platos de legumbres mínimo. Esta es una salsa especiadita, a la que yo le eché menos picante del que debería llevar, porque no puedo tomar picante. La uso con seitán (hice un nuevo seitán, pero no puedo poner la receta porque no salía bien y luego me temo que ha quedado demasiado duro, pero me lo voy a comer igual) y se la echo a la pasta o al arroz. Esto es más simple que el mecanismo de un chupe. Lo cual la hace una receta perfecta para repetir una y otra vez, me temo. Yo. Que pocas veces repito recetas.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cebolla pequeña picada
  • 3 dientes de ajo picados
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 1 cucharadita de tomillo seco
  • 1 cucharadita de orégano seco
  • 1 cucharadita de copos de pimiento rojo (yo puse menos, por supuesto, unos poquitos nada más)
  • 1 lata grande de tomate triturado
  • 1 cucharadita de albahaca seca (la receta pone: tomate triturado con albahaca, pero yo de eso no he visto nunca)
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 pizca de pimienta negra (no le puse)

Preparación: 

Precalienta un cazo a fuego medio-bajo y añade el aceite. Saltea la cebolla durante 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Agrega ahora el ajo y saltea 30 segundos. Echa el azúcar y remueve continuamente, porque se tiene que disolver y cubrir las cebollas: las verás con un ligero tono caramelizado. Luego, agrega el tomillo, el orégano, el pimiento rojo en copos, la pimienta y la sal con la lata de tomate y la albahaca, si no encuentras tomate triturado con albahaca. Remueve bien, tapa el cazo, llévalo a ebullición y luego, una vez hierva, baja el fuego. Tenlo cociendo a fuego suave unos 15 minutos y ya está listo.

Salsa de tomate especiada