Puré de calabacín con almendras

Cuando tengo visitas en casa, siempre es un agobio. Primero, porque tengo un gato que ataca y te destroza manos y piernas como se asuste (ya ha ocurrido dos veces). Segundo, porque todo el mundo come carne y pescado y en mi casa no entran animales muertos (a no ser los del pienso de mis gatos y cualquier animal que ellos necesiten comer para darles pastillas o lo que sea, que yo con eso no tengo problema ético ninguno. Otros sí lo tienen y utilizan piensos veganos. Yo no). Así que intento hacer cosas «reconocibles» y, además, intento que quien sea que venga, coma verdura. Porque, normalmente, la gente no come verdura o no come la cantidad que debería comer. Así que hice este puré de calabacín con almendras y qué triunfo. De hecho, uno de los días ni me dejaron. Y, como una de ellas (¡hola, Miriam!) no es muy buena comedora, yo contenta y sin rechistar.

Ingredientes para 4 raciones:

  • 1200 gramos de calabacines limpios y pelados. Si son ecológicos, los laváis bien y los podéis no pelar: queda muy oscuro el puré y riquísimo también. Cortadlos a cuadraditos.
  • 50 gramos de almendras peladas
  • 100 gramos de puerro o de cebolla cortados a trocitos chicos
  • 2 cucharadas de aceite de oliva 
  • 150 ml de caldo vegetal
  • sal al gusto
  • pimienta o nuez moscada

Preparación:

Pon una olla a fuego medio y caliéntala. Calienta las dos cucharadas de aceite en la olla. Sí: lo primordial es que, siempre que vayas a sofreír algo, calientes aceite en una olla ya caliente. Luego, agrega la cebolla o el puerro y sofríe unos 5 minutos. Ahora, agrega los calabacines y sofríe unos 10 minutos más, removiendo bien de vez en cuando. Añade ahora el caldo vegetal y sala al gusto. Lleva a ebullición. Cuando hierva, tapa la olla parcialmente y baja el fuego a fuego lento. Déjalo así unos 20 minutos. Vigila de vez en cuando, por si se queda sin agua. Ahora, pásalo todo a una batidora bien potente y añade las almendras. Bate muy bien y, para servir, puedes añadir pimienta negra o nuez moscada recién molidas. Este puré está bien rico tanto frío como caliente, así que sirve para invierno y para verano. 

Puré de calabacín con almendras

Pasta korma

Escribo esto mientras espero que den las nueve y cuarto para irme a Sevilla a celebrar una boda que ya fue. Tengo que leer dos libros que presento (de Antonio Muñoz Molina, con él: quería una charla; y de José Ramón Alonso de la Torre), he de preparar una entrevista sobre un tema del que no sé absolutamente nada (el castigo como procedimiento de cambio: sí sé: lugares comunes) y me he levantado pensando en que desconozco cuándo comenzamos a correr tanto. He trabajado muchas más horas en mi vida. He tenido jornadas laborales kilométricas y explotadoras, como tantos de nosotros. Ahora, con un sueldo digno, con ocho horas en la radio, con más tiempo libre del que he disfrutado jamás, ando más estresada que nunca. No voy a decir que con más ansiedad: la ansiedad ha sido una constante en mí desde que recuerdo.

Pasta Korma
Pasta Korma

La pasada Semana Santa rescaté algunos de los libros de cocina omnívora que tengo, que son muchísimos, para veganizar algunos platos. Los de Jamie Oliver son sencillos y en «La escuela de cocina» hay recetas de pastas típicas de la cocina india que yo he adaptado porque, si le meto guindillas, me pongo malísima. Si queréis que pique más, añadid una o dos guindillas a la pasta y listo. Con ella haremos korma de soja texturizada, pero la podéis usar para verduras también, con leche de coco. O lo que se os ocurra, que hay por el mundo gente mucho más creativa que yo. También ando viendo todos los documentales de cocina y veganos de Netflix y añadiéndolos a mi lista, para inspirarme. Y para intentar que haya menos residuos en mi vida. Complicado, en el mundo en el que vivimos, pero algo se podrá hacer mientras esperamos que los gobernantes se pongan las pilas. Aunque sea una gota. Una gota siempre es mejor que nada.

Pasta Korma
Pasta Korma

Ingredientes:

  • 2 dientes de ajo
  • Un trozo de jengibre pelado de unos 2 cm.
  • 1/2 cucharadita de cayena en polvo
  • 1 cucharadita de garam masala
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de aceite de cacahuete
  • 1 cucharada de concentrado de tomate
  • 3 cucharadas de coco deshidratado
  • 2 cucharadas de harina de almendras (o un puñado de almendras, si no tenéis harina)
  • un manojito de cilantro
  • 2 cucharaditas de semillas de comino
  • 1 cucharadita de coriandro (cilantro en semillas)

Los ingredientes de la pasta korma en el robot
Los ingredientes de la pasta korma en el robot

Preparación:

Pon una sartén pequeña al fuego sin nada de grasa. Deja que se caliente y añade las semillas de comino y de coriandro. Deja tostar, mientras remueves continuamente, hasta que desprendan aroma (tarda unos minutos, 3 o 4). Deja enfriar. Luego, pon todos los ingredientes en un robot y bate hasta que obtengas una pasta.

Pasta korma

Picada de almendras para albóndigas (o lo que sea)

Picada de almendras
Picada de almendras

En Fitzroy, Victoria, Australia, que tiene 10.000 habitantes, hay un restaurante que se llama Smith & Daughters. Sí, vale: Fitzroy es como un barrio residencial de Melbourne, la capital del país, y ahí se celebra el Melbourne Fringe Festival, que es un referente mundial. Pero me da igual: se erige como ciudad y tiene 10.000 habitantes. ¡Es un puto pueblo!

Vivo en una región de un millón de habitantes en la que no hay ni un restaurante vegano. Ni uno.

Miro con envidia allende los mares y las fronteras. Algún día iré al Smith and Daughters. Su chef se llama Shannon Martínez. Su abuela es española. Así que mezcla sabores que da gusto. Y tiene ese toque de comida casera de aquí. Que el curry está muy bueno, pero yo echo de menos los sofritos. Su socia es Maureen Wyse. Os pongo el nombre de las dos para que babeéis con las cuentas de Instagram. Y la del restaurante.

A veces me parece que España está cuarenta años por detrás de cualquier avance social. Luego recuerdo que no me lo parece: que es una realidad. Si vives en Extremadura, ya puedes morir. Lechuga y tomate es lo máximo que te ofrecen en cualquier restaurante. Y mucho pan. La gente lleva a los niños a las vaquillas del aguardiente, tienes compañeros que celebran las capeas de su pueblo como si fueran un espectáculo de Neil Young, hay matanzas didácticas… Cuando veo las fotos que cuelga Claudia en su Instagram, quiero morir de la envidia. Qué de restaurantes. A mí, que me ponen fruta en las comuniones…

Picada de almendras
Picada de almendras

En fin: vivo donde vivo. En la comunidad autónoma sin (casi) opciones. Pero dejo de quejarme, que la receta que viene ahora está muy rica.

Sale un montón. No la pesé, porque yo echo tres cucharadas a los tuppers con albóndigas y luego lo que sobra lo guardo para soja texturizada y ya. Pero sale mucha cantidad. Vamos, para cuatro o cinco personas hay. Y para más.

Ingredientes:

  • Para la salsa:
    • 60 ml (1/4 taza) de aceite de oliva
    • 1 cebolla picada en cuartos
    • 2 tallos de apio cortados en cuatro trozos
    • 3 tomates en cuartos
    • 250 ml (1 taza) de vino blanco
    • 2 hojas de laurel
    • 3 tallos de tomillo fresco o un poquito de tomillo seco (yo uso una pizca)
    • Un manojito de perejil, fresco, solo las hojas, picado
    • Un litro (4 tazas) de caldo vegetal
  • Para la picada:
    • 2 cucharadas de aceite de oliva
    • 2 rebanadas de pan bueno a cubitos (unos 100 gramos)
    • 1 cucharada de ajo picado o majado (yo usé un ajo y ya)
    • 80 gramos (1/2 taza) de almendras crudas, tostadas en una sartén sin grasa unos minutos
    • Un manojito de perejil fresco picado, solo las hojas
    • 1 cucharada de pimentón dulce (así sabe mucho a pimentón: podéis ponerle menos)
    • Una pizca de azafrán
    • Un poco de piel rallada de un limón. La receta original pone «la piel rallada de un limón», pero queda con muchísimo sabor a limón y queremos sabores más equilibrados. Echad un poco de ralladura y ya.
    • 1 cucharadita de tomillo fresco picado o 1/4 cucharadita tomillo seco

Picada de almendras
Picada de almendras

Preparación:

Con MyCook: Calienta el aceite 1 minuto a 120ºC y velocidad 1. Agrega el tomate, el apio y la cebolla y sofríe 5 minutos a 120ºC y velocidad 1. Echa el vino blanco por el boquete y, con el cubilete quitado, programa otros 10 minutos a 120º C y velocidad 2. Yo con esto tuve bastante, la verdad. Pero depende de lo que os guste de espeso. Agrega el caldo y ponlo 40 minutos a 120º C y velocidad 2, sin el cubilete. Así el líquido se evapora, se evapora el alcohol y se reduce todo.

Mientras tanto, haz la picada: Calienta el aceite en una sartén y fríe el pan a fuego medio-alto hasta que se dore por todas partes. Pásalo a un robot de cocina con el resto de los ingredientes y pica hasta que se forme una pasta. Añádelo a la salsa lentamente y remueve a fuego lento unos 5 minutos, hasta que espese. No te olvides de quitar el laurel cuando vayas a servir.

Sin MyCook: Primero, pica las verduras a cuadritos y pica muy bien el ajo, porque la MyCook pica, pero tú lo tendrás que hacer a mano. Para la salsa, calienta el aceite en un cazo a fuego lento. Agrega el tomate, el apio y la cebolla y fríe 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Agrega el vino y las hierbas y y cuece hasta que se haya reducido a la mitad. Ahora, agrega el caldo y sube la temperatura. Ponlo a fuego medio y cuece hasta que la salsa se haya reducido a la mitad también.

Ahora, haz la picada, o mientras tanto, porque en reducir tardará (para que os hagáis una idea, yo en la MyCook lo tuve 40 minutos). Calienta el aceite en una sartén y fríe el pan a fuego medio-alto hasta que se dore por todas partes. Pásalo a un robot de cocina con el resto de los ingredientes y pica hasta que se forme una pasta. Añádelo a la salsa lentamente y remueve a fuego lento unos 5 minutos, hasta que espese. No te olvides de quitar el laurel cuando vayas a servir.

Picada de almendras para albóndigas (o lo que sea)

Aliño de curry y almendras

Aliño de almendras y curry
Aliño de almendras y curry

Mi aliño favorito para las ensaladas es la vinagreta de toda la vida: pelín de sal, vinagre (del bueno, sea balsámico -ojo, no reducción, que es azúcar puro-, de vino tinto, de vino blanco o de arroz o manzana o sidra) y aceite. A veces hasta sin aceite. Pero, como ahora como más ensaladas que nunca, también estoy buscando otros aliños, para usarlos de vez en cuando y no cansarme. Entre otras cosas, porque sostengo y mantengo que mi dieta (no la de perder peso, la dieta en general, el modo de vida, digo) es bastante más variada que la de un omnívoro español de los de toda la vida, de esos que comen de todo pero en realidad no salen de 10 recetas en toda su existencia y no han visto una verdura en la vida. Yo no he repetido (casi) ninguna en el tiempo que hace que tengo el blog, que son cinco años. La receta es de Let them eat vegan, que yo no sé por qué Dreena Burton no saca nuevo libro ya.

Ojo, que ser vegetariano o vegano no significa comer mucha verdura. Yo, de hecho, comía poca. Ahora como muchísima: en verano más, porque el litro de gazpacho diario no me lo quita nadie y a eso hay que añadirle los 250-350 gramos de verdura que como en las dos comidas principales. La mitad de ella intento que sea cruda.

Para las ensaladas compré un centrifugador. Concretamente, éste de Tupperware, porque me fío mucho de los artículos de la marca. El único problema es que tienen presentadoras y siempre quieren hacer presentaciones: pasa como con la Thermomix, y por eso compré la MyCook. Yo quiero comprar los productos y ya está. Sí, soy así de asocial.

Esto me ha permitido usar más lechuga de toda la vida, de la que venden en las fruterías. No he abandonado las ensaladas de bolsa, que me parecen lo más cómodo del mundo para no tener que salir a comprar verdura todos los días, pero ya es un paso. Es que las ensaladas náufragas no me van.

Así que, a una de rúcula y espinacas (sí, y nada más: soy así de sosa, creo que una ensalada con dos ingredientes está bien: y con veinte también), le puse este aliño… y qué rico.

Es un aliño que se puede usar también para mojar crudités de apio, pimiento (si usáis de eso), calabacín…

Ensalada con aliño de almendras y curry
Ensalada con aliño de almendras y curry

Ingredientes para un bote de unos 400 gramos:

  • 85 gramos (1/2 taza) de almendras crudas
  • 2 y 1/2 cucharadas de vinagre de sidra
  • 1 cucharada de sirope de arce (la receta original pone 2, pero así ya queda bien. Se puede hacer sin él, ojo. Que yo adore el sirope de arce y lo mantenga no significa que no sepa que es azúcar).
  • 120 ml (1/2 taza) de agua
  • 1 diente de ajo sin el germen pequeñito
  • 1 cucharadita de jengibre fresco rallado (yo esto ya no lo mido: corto un trocito pequeño de jengibre, lo pelo y así)
  • 1/2 cucharadita de mostaza de Dijon
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/8 cucharadita de curry
  • pimienta negra recién molida

Aliño de almendras y curry
Aliño de almendras y curry

Preparación:

Usa una batidora potente. ¿No tienes una batidora potente? Pues tendrás que poner las almendras a remojo en agua una media hora. Luego tiras el agua y tienes paciencia batiendo y parando el motor y ya está. Eso sí: quedará algo de textura, pero no importa: va a estar rico igual.

Pon todos los ingredientes en la batidora y bate muy  bien. Yo uso la MyCook: pongo los líquidos primero, luego los sólidos y luego el cestillo dentro del vaso para que no me salte todo. Lo pongo 1 minuto a velocidad 7-10, paro la máquina, saco el cestillo y raspo sus paredes y la base (ahí se quedan muchas almendras) y lo vuelvo a poner un par de minutos para que quede megacremoso.

Prueba. Puedes añadir más curry.

Ahora viene la parte de tomar decisiones: ¿lo vas a usar para poner en sándwiches o para mojar verduras crudas? Déjalo así. En el frigorífico, bien tapado, se espesará. Puedes añadir más agua después.

Si la usas como aliño de ensalada, lo querrás más líquido: créeme: a mí me gusta todo como pa enfoscar. Pero lo vas a querer más líquido. Añade agua, fría, un chorrito pequeño cada vez, dale vueltas con una cuchara y ve añadiendo hasta que quede con la consistencia que a ti te guste.

Yo lo guardo en la nevera bien tapado y lo consumo como máximo en dos días. Estas cosas se pueden congelar también. Luego, si se separa, se bate un poco y listo.

Aliño de curry y almendras

Curry rápido de coliflor

Estas Navidades pasadas me planteé tener más libros de cocina navideña o de fiesta (específicos, tengo el Vegan Holiday Cooking from Candle Cafe y algún día, cuando lo reediten, me llegará The Superfun Times Vegan Holiday Cookbook, pero existen más en el mercado). Pero luego me di cuenta de que, en todos, hay platos festivos. Así que adquirí otros y pedí más como regalo de Reyes. Uno de ellos fue el segundo libro de Kristy Turner. Se titula But my family would never eat vegan y tiene el mismo formato que el anterior, que se convirtió en uno de mis libros de cocina favoritos. Igual que este. De aquí saqué este curry rápido de coliflor, que también lleva garbanzos y más verduras.

NOTA: Con esta cantidad de caldo que pongo, queda líquido como una sopa. Yo lo hago así porque lo congelo, lo descongelo, lo pongo en un cazo y le meto un hervor… con arroz. Así el arroz se me cuece con el curry, coge todo el sabor, absorbe el caldo del curry y está todo perfecto en la vida. Si no os gusta así, poned menos caldo y ya está.

Curry rápido de coliflor
Curry rápido de coliflor

Ingredientes para 6-8 raciones:

  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cebolla mediana, picada en cuadritos
  • 2 dientes de ajo picados
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado
  • 1 cucharada de curry en polvo
  • 2 cucharaditas de garam masala
  • 1 cucharadita de cilantro en polvo (coriandro)
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1/2 cucharadita de cúrcuma
  • 450 gramos de coliflor, limpia y cortada en florecitas
  • 225 gramos de champiñones, limpios y a rodajas
  • 425 gramos de garbanzos cocidos
  • 425 gramos de tomate cortado en cubitos (puede ser de lata)
  • 700 ml (3 tazas) de caldo vegetal (lee la nota de antes de la receta)
  • 225 gramos (1 taza) de yogur de coco vegetal (aquí de esas cosas raras no hay, así que cogí yogur de soja)
  • sal al gusto (depende de lo salado que sea vuestro caldo)
  • pimienta negra molida
  • anacardos picados o almendras laminadas, opcional
  • cilantro fresco, opcional

Curry rápido de garbanzos
Curry rápido de garbanzos

Preparación:

Calienta el aceite en una olla grande a fuego medio. Agrega la cebolla, el ajo y el jengibre y saltea hasta que la cebolla se haya comenzado a poner traslúcida, de 5 a 7 minutos. Añade el curry, el garam masala, el cilantro (coriandro) molido, el comino y la cúrcuma y remueve bien durante 1 minuto para que se integren los sabores.

Ahora, echa en la olla la coliflor, los champiñones, los garbanzos, los tomates con todo su líquido y el caldo. Sazona. Sube el fuego, lleva a ebullición y, una vez que hierva, bajas el fuego y dejas cocer durante 10 minutos. Quita la tapadera y deja cocer 5 minutos más.

Ahora, agrega el yogur y cocina otros 5 minutos. Prueba de sal, agrega unos toquecitos de pimienta negra y aparta del fuego. Lo puedes servir con arroz o, si lo has hecho espeso, con pan indio.

Decora con cilantro fresco y anacardos picados (yo usé almendras, pero también puedes usar pipas de calabaza o sésamo machacado).

Lo que sobre, te dura en tuppers, bien tapados, 4 o 5 días en el frigorífico. A disfrutar.

Curry rápido de coliflor

Magdalenas de almendras y limón

Magdalenas de almendras y limón
Magdalenas de almendras y limón

Sevilla siempre ha sido mi casa, pero, de pisarla de ciento en viento, de tanto cambio (mi barrio estaba despoblado y ahora hay Mercadona, Burger King, bares de tapas de los que te sirven las tapas en platos cuadrados por doquier y casi no lo reconozco) y de tanta, sobre todo, evolución personal, está hecha más de recuerdos que de cualquier otra cosa. Hace un mes fui a ver a una de mis mejores amigas y me pasé toda la mañana cocinando, porque para su hijo mayor, soy «la tía que hace magdalenas». Así que llevé magdalenas. Algunas salieron horrorosas y otras salieron bien a la primera y otras salieron bien a la segunda tanda y descubrí un par de cosas. Si hay un molde que te funciona, úsalo. Y, al menos para mí, es mejor usar un cuchillo para ver si los pasteles están hechos, porque lo del palillo… Bueno, quizá si comprara palillos de una vez y no anduviera usando las brochetas de bambú… Son eternas, esas brochetas: llevan tres mudanzas conmigo.  Pero son demasiado gordas, aclaro. También, cosa que ya sabía, necesitaría un termómetro de horno de los buenos, porque mi horno… Bueno, mi horno se ha usado durante 15 años por las más variadas gentes y tiene todos los números de la temperatura borrados. Y los tiempos de horneado no están escritos en piedra. Donde pone 17 minutos, para mí son 23. Pero con eso no hay problema. Mientras no se abra el horno los 15 primeros minutos de horneado de un muffin o una magdalena o la base de un cupcake, no hay peligro. Ah. La receta es de Kris Holechek y su The 100 Best Vegan Baking Recipes, que no tiene fotos (qué se le va a hacer) pero que es imbatible.

Magdalenas de almendras y limón
Magdalenas de almendras y limón

Ingredientes para 12 magdalenas pequeñas o 6 jumbo:

Masa:

  • 340 gramos (2 y 1/4 tazas) de harina
  • 160 gramos (3/4 taza) de azúcar
  • 2 cucharaditas de polvo de hornear
  • 1/8 cucharadita de sal
  • 290 ml (1 y 1/4 tazas) de leche de soja o avena o almendra
  • 60 gramos (1/3 taza) de aceite de girasol alto oleico
  • 170 gramos (1/2 taza + 2 cucharadas) de yogur natural de soja
  • 1 cucharadita de extracto de almendra
  • 2 cucharaditas de zumo de limón

Topping:

  • 50 gramos (1/4 taza) de azúcar
  • la piel rallada de 1 limón
  • 20 gramos (1/4 taza) de almendras laminadas

Magdalenas de almendras y limón
Magdalenas de almendras y limón

Preparación:

Precalienta el horno a 200º C.

Topping: Mezcla todo en un bol.

Masa: Tamiza la harina, el azúcar, el polvo de hornear y la sal en un bol grande y mezcla bien.

Ahora, en el vaso de la batidora, pero con el accesorio de la varilla (el que es como un batidor de toda la vida), bate bien el aceite, el yogur, la leche, el zumo de limón y el extracto de almendras. No uses un bol, aunque todas las recetas dicen que batas en un bol. Salpica. Salpica mucho. Es mejor usar el vaso de la batidora. Créeme.

Ahora, añade el líquido al bol donde tienes las harinas y mezcla bien con una cuchara de madera hasta que esté todo integrado.

Pon la masa en los muffins (yo uso una cuchara de helado con expulsor o un dispensador de masas) y llénalos hasta casi el borde. Con una cucharita de las del café, ve poniendo el topping por encima (sale a 1 cucharadita cada magdalena).

Hornea de 15 a 17 minutos para los muffins normales o de 22 a 25 para los jumbo. Ten en cuenta que los tiempos no son exactos. Pon siempre el menor y ve probando. Si a los 15 minutos no está (o a los 22, si los haces grandes) -si están listos, lo sabrás porque al insertar un palillo o la punta de un cuchillo, salen limpios-, ponlos unos minutos más. No te olvides del temporizador.

Sácalos del horno (no olvides ponerte unas manoplas o coger bien un trapo) y déjalos en el molde durante 10 minutos. Luego, sácalos a una rejilla de galletas y enfría.

Los que te sobren los puedes guardar en cajas bien cerradas. También se pueden congelar y se descongelan en el frigorífico o a temperatura ambiente, envueltos en papel de cocina para que vaya absorbiendo la humedad.

Magdalenas de almendras y limón

Leche de almendras

La leche de almendras es cara de cojones. Más de dos euros y pico el tetra-brik, según las marcas. Y además tiene trampa, porque almendra lleva entre poca y ninguna. La piden en muchas recetas, pero yo no la había hecho nunca en casa. Y mira que es fácil de hacer. Pero es que yo lo mancho todo cuando cocino. Remojar las almendras (un bol), batirlas (vaso de batidora y batidora), sacar la bolsa de leches vegetales, colar (otro bol distinto, porque para qué voy a usar el mismo de antes dándole un agua), exprimir, ponerte las manos llenas de leche, pasar la pulpa a tuppers (una espátula de silicona) y la leche a tarritos para congelar… Sí: hay en este mundo gente menos vaga que yo. Lo sé. Para esa gente, una nut milk bag (es decir, una bolsa para hacer leches vegetales) es una gran opción. Haciéndola como yo la he hecho (con la Chufamix) o con la bolsa, hay una gran diferencia con la comprada. Sabe más a almendra. A ver: yo uso almendra marcona buena. Porque yo en comer me gasto lo que sea. El otro día me gasté 8 euros en 150 gramos de piñones y me dije: más vale un filete de ternera.

Y entonces, llegó Gema a mi vida y se compró una Chufamix y estaba todo el día poniendo fotos en Facebook. Mi amiga Claudia también la tiene, como tiene la MyCook (por cierto, está poniendo recetas en MyCook Recetas. Todas veganas). Pero Clau tiene más aparatos que yo. Yo me muero por un deshidratador, por cierto, pero ella no le ve el punto. Me dije: «lo mismo la Chufamix es útil».

La Chufamix es cara. Cuesta casi 40 euros. Se trata de un recipiente grande, un vaso filtrante, el brazo de un mortero y una tapadera. ¿Por qué me la compré? Porque hice leche de avena y leche de coco y pare usted de contar. Ah, y horchata. Ahora sí podemos parar de contar. La leche de avena un par de veces. La horchata también y la de coco una sola vez. Y porque ya tengo batidora de inmersión. Una batidora de inmersión es la batidora que habéis visto toda la vida en casa de vuestra madre. Luego llegaron las batidoras americanas, que son las de vaso. Pero una batidora de inmersión hay que tener.

Estaba harta de comprar leches vegetales, que me parecen hipercaras para lo baratísima que es la materia prima. Y que además tienen grasas. Sí, le añaden calcio, pero. yo solo le echo una poquita al café: no creo que la cantidad que yo tome vaya a ser tan determinante en los niveles de calcio que pueda tener en esta vida. Así que me compré la Chufamix. Iba a decir que me lo pensé y me la compré, pero no. No me lo pensé. Yo no estoy todo el día haciendo leches vegetales, porque vivo sola y la leche me dura tres o cuatro días: hago un litro que me dura tres días y medio o así y luego hago otro. Comencé con la leche de avena (la misma receta que aparece en este blog, yo no uso agua caliente) y ahora la de almendras. Se la eché al café con un toquecito de canela molida por encima y riquísima. Desde que la tengo, he hecho más bebidas que con la bolsa de colar leches vegetales. Todavía no la he amortizado, ojo. Pero llegará.

Ventajas de la Chufamix:

  • No ensucias tanto. Los frutos secos que tengas que remojar, se pueden remojar en el mismo vaso. Los  cuelas, enjuagas el vaso con agua y listo.
  • Es mucho más cómoda.
  • No me da pereza usarla: esto es muy importante, porque yo también soy de las que tengo aparatos de cocina que no utilizo. Entre ellos, una Cocinera y una panificadora (lo de la panificadora tiene arreglo porque mi sobrino quiere cocinar y mi hermano ha pensado en una panificadora y entonces se la voy a regalar y ya tengo espacio para más cacharros en la cocina).
  • Puedes ver cómo va tu leche vegetal porque la cubeta es transparente. Así compruebas que está todo bien molido.
  • Se limpia muy bien. Se puede meter en el lavavajillas, pero el filtro solo con agua bajo el grifo va que chuta. Las bolsas vegetales también se limpian muy bien bajo el grifo, pero luego hay que ponerlas a secar (lo que, en mi caso, implica sacar el tendedero).
  • Se ahorra un montón. Por ejemplo, la leche más barata de avena que yo compro es la de marca Día. Cuesta 1,28 el litro. Con mi avena española comprada a granel en una tienda de Badajoz que se llama Semilla y Grano, me sale a 0,38. Otras leches no salen más baratas, ojo. La leche de almendras de la marca Breeze Zero, que es la que yo compraba, sale a 1,80. La casera sale a 2,80. Pero y esto por qué. Pues mirad la composición de las bebidas vegetales, anda. Usan un dos por ciento. No un cien por cien como yo. Si tuviera un 100 por 100, costaría 90 euros el tetra-brik. Así que, mirándolo así, me ahorro 87,2 eurazos. Jo, pronto tengo pa’ un piso. Ya sin coñas. ¿Me merece la pena gastarme más? Sí. La calidad se paga. Además de que comprar una cosa que no tiene almendras, sino una solución acuosa por casi dos euros, yo es que no lo veo. Mira, lo que me ahorro en la leche de avena por lo que me gastaré en las de frutos secos.

 Desventajas:

  • Es más fácil que lo hagas si tienes batidora de brazo (de inmersión): si solo la tienes de vaso o una Thermomix o MyCook, puedes moler en la batidora y usar la Chufamix para colar, pero ensucias más. De todos modos, espero que a estas alturas, todo el mundo tenga una batidora de inmersión en sus cocinas.
  • El vaso para guardar la leche vegetal es ancho y no cabe en la parte de las botellas de la nevera: yo lo tengo en la balda que hay encima de los cajones.
  • Las marcas no se ven muy bien. Están en relieve, sí, pero no se ven bien del todo. De todos modos, si tocas el vaso, ya ves dónde están. Pero esto a mí me resulta UN COÑAZO.

Y ahora vamos a preparar nuestra leche de almendras (sí, ya sé que legalmente no se la puede llamar leche, sino bebida, dejadme vivir) con sabor a almendras y no esa cosa deslavazada que venden en el supermercado.

Ingredientes para un litro:

  • 100 gramos de almendras marcona
  • 1 litro de agua

Preparación:

Hay que remojar las almendras. ¿Por qué? Soy como como lo explica mejor que yo. Pero básicamente se resume en que hay que activarlos para eliminar algunas de las sustancias que tienen que impiden la absorción de otros nutrientes. Se ponen a remojo 8 horas y listo.

Luego, se lavan bien bajo el grifo del agua fría y se escurren.

Si las vamos a hacer en la Chufamix, colocamos el filtro en el vaso, echamos las almendras y el litro de agua (filtrada mejor: bueno, yo siempre la filtro porque el agua de Mérida tiene mucha cal y está asquerosa), metemos el brazo de la batidora y batimos. Esto, si tenéis medida el agua. Que normalmente no, porque para qué vamos a ensuciar otro cacharro. Y así lo hacía yo, hasta que Gema, la experta chufamixera, me dijo que ella medía el litro en el vaso y luego colocaba el filtro con los frutos secos. Of course. Ya decía yo que, o me estaba colando con la leche (cosa que no puede ser porque mis tazas son las mismas de siempre) o antes calculaba mal cuánto me duraba un litro de tetra brik, que era más de tres días y medio. Juas juas.

Como las almendras han estado a remojo, se baten en 30 segundos. Sacamos el filtro (pero no del todo, ojo, que si no manchamos toda la cocina), damos vueltas con una cuchara de madera y luego metemos el mortero y presionamos despacito. No súper fuerte, que te lo cargas. Además, que tampoco hace falta apretar tan fuerte, se cuela todo muy bien.

Si la vas a hacer con una bolsa de leches vegetales, prepara un bol y pon encima la bolsa. Bate bien con la batidora que tengas las almendras con el agua, vierte encima de la bolsa, escurre bien y luego apriétala con las manos para eliminar todo el líquido que puedas.

Si la vas a hacer con un colador de malla, el proceso es el mismo. Se mezclan las almendras con el agua y se bate. Eso sí: tienes que preparar un bol en el que colocarás, encima, un colador de malla metálica y, encima del colador, un par de paños de muselina. Viertes la leche batida encima del paño, le das vueltas con una cuchara de madera encima del colador para que salga todo el líquido que puedas y luego, enrollas el paño y lo exprimes igual.

La pulpa no la tires. Recuerda que es almendra de la cara. Se puede usar para muchas recetas, desde hamburguesas o pasteles vegetales hasta bizcochos, galletas, para espesar purés y sopas… Ya iremos haciendo recetas con ella. De todos modos, si no queréis esperar, aquí hay algunas recetas que la utilizan.

Leche de almendras

Paté de tomates secos / Sun dried tomato dip

¿Reunión en casa con gente? Con cualquier tipo de gente… siempre que les guste el tomate, claro está. Que los conozco, ¿eh? aunque yo sin el tomate no pueda vivir. En fin: a mí no me gustan los pimientos, qué se le va a hacer. Y a las coles de Bruselas no les cojo el punto. Ni a las alcachofas, solo cuando están crujientes. Este es un paté de tomate que queda espesote espesote, genial para untar en un bocadillo, o para poner con crakers como aperitivo. Lleva dos dientes de ajo: los míos eran grandecitos y me temo que sabe demasiado a ajo, así que, si no lo queréis tan fuerte, poned medio ajo o un diente de ajo pequeñito. Creo que es otra receta de Veganomicon a la que me voy a volver adicta…

Para tres tazas de paté.

Ingredientes:

  • 120 gramos de tomates secos, secos del todo, no de los que vienen en aceite
  • 460 mililitros de agua hirviendo
  • 45 gramos de almendras fileteadas o picadas
  • 90 gramos de judías blancas cocidas
  • 2 dientes de ajo picados
  • 60 mililitros de aceite de oliva
  • 2 cucharadas (30 mililitros) de zumo de limón
  • 1/8 cucharadita de sal
  • pimienta negra

Preparación:

Pon los tomates en un bol con las 2 tazas de agua hirviendo. Tapa con un plato y deja que se hidraten durante 15 minutos.

En una picadora, pica las almendras hasta que se reduzcan a polvo. Yo lo hice en el molinillo de café: ¡jamás pensé que iba a utilizarlo tanto!

Usa unas pinzas o una espumadera para sacar los tomates del agua, pero no tires esa agua.

Agrega los tomates a las almendras y añade el resto de los ingredientes.

Añade ahora ¼ taza (60 mililitros) del agua de los tomates.

Bátelo muy bien raspando las paredes de la batidora de vez en cuando.

Ponlo en un tarro hermético tapado durante al menos una hora en el frigorífico antes de servir.

Paté de tomates secos / Sun dried tomato dip

Magdalenas de chocolate blanco y almendras

Confieso que el chocolate blanco no me gusta y que la primera vez que hice magdalenas pensé que estaban mal hechas porque salieron de lo más esponjosísimas (sí: yo crecí con esas magdalenas industriales mazacotes). Esta receta sirve para un magnífico desayuno… o una no menos magnífica merienda.

Procede de una receta de Muffins de chocolate blanco y nueces de Macadamia que, sin embargo, yo he adaptado porque la primera vez que la hice la masa me quedó pastosísima. No sé de quién es: pensé que la había cogido de Trotamundos, o de Uno de Dos, pero ahora creo que es de Auro

La cantidad de magdalenas que se obtienen y el tiempo de horneado, digo yo que dependen de los moldes de magdalenas. Yo compré uno de muffins maravilloso de Dr Oetker, que muestro aquí:

La receta:

Ingredientes: 

  • 300 grs. harina
  • 80 grs. azúcar
  • 80 grs. mantequilla (derretida)
  • 200 grs. chocolate blanco. Usé uno fantástico, marca Valrhona, que me ha reconciliado con el chocolate blanco. Qué cosa más rica.
  • 150 grs. almendras picadas ecológicas (la receta original es con nueces de Macadamia, pero no había en el supermercado al que fui y encontré estas almendras que ya estaban picadas). Son de Bioterra y extremeñas. Haciendo patria.
  • 250 ml. leche entera
  • 1 huevo
  • 2 cucharitas y ½ de postre de polvo de hornear (los que no somos cocinillas lo conocemos como «levadura Royal», pero en realidad, la levadura Royal no es levadura. En otras recetas también lo encontraréis como «impulsor». Ay, cuánto tiempo pasó sin que yo supiera qué era aquello de «impulsor»)
  • 1 pizca de sal
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla, comprado en Taste of America… una tienda que es una especie de paraíso anti-culpabilidad…

Preparación:

Precalentar el horno a 180ª, preparar las bandejas de muffins. Yo las engrasé con mantequilla derretida en el microondas y un pincel de silicona, bien engrasaditas. No les puse papel a estas.

Picar el chocolate blanco. A temperatura ambiente, con un buen cuchillo y una tabla de madera, se hace muy bien.

Tamizar la harina, la levadura y la sal. Yo uso un colador de estos grandes de rejilla, como los de colar la leche, pero tamaño grande. Reservar.

Con una batidora de varillas, mezclar el azúcar y la mantequilla. Luego, añadir el huevo y batir bien.

Añadir la harina poco a poco integrando. Yo fui añadiendo un poco de harina y un poco de leche, un poco de harina y un poco de leche. Y así hasta que está la masa.

Luego se echa el chocolate blanco cortadito y la almendra picada. Se integra con una cuchara.

Llenamos los moldes. No hay que llenarlos enteros, sino a tres cuartas partes de su capacidad. Se hornea durante 30 o 35 minutos. Esto depende de los hornos, por lo visto, porque cada horno, dicen los entendidos, es un mundo. En el mío fueron 30 minutos. Pero vais a saber si están porque se pinchan con una aguja y, si sale limpia, es que están listos. Luego se saca el molde del horno. Se espera un poco, unos tres o cuatro minutos. Se vuelcan las magdalenas en una rejilla y se dejan enfriar.

Yo, para conservarlas bien, uso unas latas de galletas de La Cure Gourmande que tienen carbón activado y absorben toda la humedad.

Ea, que disfrutéis.

Magdalenas de chocolate blanco y almendras