Gazpacho japonés

¿Conocéis esos propósitos de nuevo año que todo el mundo, yo incluida, se hace en algún momento entre una y otra resaca navideña? Yo me hago uno al mes: cocinar una receta o dos todos los fines de semana, para luego no darme la paliza de mi vida. Paliza que logra que no tenga ganas de entrar en la cocina ni para abrir un brick de leche de soja. Una paliza en la que, además, no he hecho tanto, porque, de verdad, yo soy muy lenta cocinando.

Gazpacho japonés
Gazpacho japonés

Y además, mi cocina solo tiene libre, sin muebles en la pared, la zona de la vitrocerámica, así que, si uso la MyCook, la pongo encima (tengo unos protectores molones, que compré por los gatos) y, si uso la Instant Pot, también, con lo cual ya no puedo usar MyCook, fuegos, ollas lenta y rápida a la vez… Y se me quemaría la comida de hacerlo, supongo.

Que adoro las sopas frías no es ningún secreto. Y que adoro a Mark Bittman quizá lo sea más, porque creo que nunca he contado lo mucho que le adoro. Esto es suyo, de un reportaje que puso en el New York Times hace mucho tiempo y que yo os enlazo, porque aquí vais a ver muchos, pero no todos (el de pimientos me lo voy a ahorrar, gracias). Un gazpacho es la cosa más simple del mundo y la más agradecida, si los ingredientes son buenos, así que, ahora que están los tomates en pleno apogeo, cambiad de sabores. Yo lo he llamado gazpacho japonés porque tiene salsa de soja, aceite de sésamo y vinagre de arroz. Y he variado la receta porque meterle tanto cilantro… Adoro el cilantro, pero tiene un sabor muy pronunciado y me dio miedito. La próxima vez, lo haré con él.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 1 kg de tomates de pera maduros
  • Un pepino mediano (unos 200 gramos)
  • 2 rebanadas de pan gorditas (unos 80 gramos. Yo uso integral)
  • 2 cucharadas de salsa de soja o de tamari, sin gluten
  • 2 cucharadas de vinagre de arroz
  • 2 cucharadas de aceite de sésamo tostado
  • Mark Bittman le pone 1/4 de taza (de las americanas) de cilantro, pero a mí se me olvidó
Gazpacho japonés
Gazpacho japonés

Preparación:

Se lavan bien los tomates y se pela el pepino. Se mete todo en la batidora y se bate bien. En la Mycook, como no pelo los tomates ni quito las semillas ni nada, lo pongo 5 minutos a velocidad progresiva 7-10 sin temperatura. Si vuestra batidora no es potente, lo pasáis después por el pasapurés y listo.

Aquí pongo el análisis nutricional para la receta entera que me pone la página de Chronometer. Ya iré actualizando las recetas con esto, cuando tenga tiempo, que, como podéis observar, ando bien escasa:

Ojo: no sabe a gazpacho tradicional. Si queréis gazpacho tradicional, esta receta es mejor.

Gazpacho japonés

Chermoula hummus

Pan con chermoula hummus
Pan con chermoula hummus

Este hummus lleva limón encurtido. Yo lo he comprado en la sección internacional del Carrefour, pero os he adjuntado la receta de Mercado Calabajío para que lo podáis hacer, si queréis. Lo vi en el libro V Street (me gasto el dinero en libros de cocina), de Rich Landau y Kate Jacoby, que son los dueños del restaurante Vedge, uno de los restaurantes veganos con más fama del mundo. Yo sigo probando hummus para deciros lo que ya sabéis: que, como el del Candle Café, no hay ninguno. Por muy buenos que estén todos los demás.

V Street
V Street

La chermoula es una salsa marroquí que sirve para macerar. En cada casa se hace de una manera, pero como base ha de llevar ajo y cilantro. Luego ya le puedes meter las especias que quieras.

Ingredientes para algo más de medio kilo de hummus:

  • 250 gramos ( 1 y 1/2 tazas) de garbanzos cocidos
  • 120 ml (1/2 taza) de agua caliente
  • 70 gramos (1/3 taza) de aceite de oliva virgen extra
  • 65 gramos (1/4 taza) de tahini
  • 1/4 taza de cilantro fresco picado
  • 2 cucharadas de perejil fresco picado
  • 2 cucharadas de cebolleta muy picada
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 2 cucharaditas de ajo picado
  • 1 cucharadita de limón en conserva picado
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de comino molido
  • 1/2 cucharadita de jengibre fresco picado
  • 1/8 cucharadita de pimentón ahumado
  • Unos toques de pimienta negra recién molida
Chermoula hummus
Chermoula hummus

Preparación:

Remoja los garbanzos en el agua caliente 5 minutos para suavizarlos, sobre todo si son de bote. Ahora, sin escurrir, ponlo todo en la batidora y bate. Yo lo hago en un robot de cocina porque me gusta con textura arenosa, pero lo podéis poner lo cremoso que queráis.

Luego se unta en una tostada o en pan de pita o se sirve con crudités. Si hablamos de opciones alimentarias, mejor con crudités que con pan.

El pan que veis ahí es de la Ecotahona del Ambroz. Es pan blanco y no integral porque se lo encargué a una amiga y se lió. En Extremadura no hay mucha tradición de pan integral. Luego vas a Portugal y todo el mundo muere con el pan de allí, que es semiintegral en la mayoría de los sitios. Pero regresan a España y dicen que el pan integral sabe a paja y a pasto. Luego van a Galicia y también: qué rico el pan gallego. Y así: es pasar las fronteras (ficticias) de Extremadura y la mente cortocircuita y el pan integral es paja. Yo lo amo y cada vez más. De hecho, cada vez me gusta más integral: panes que antes no aguantaba por su acidez, como el alemán de centeno, ahora me parecen manjares exquisitos…

Creo que en España no se sabe comer pan. Se pone la barra de pan industrial ahí, encima de la mesa y, hasta que no se acaba, no paras. Del pan integral de la Ecotahona no te puedes comer la barra, porque estallas. Es para comer un trocito pequeño. Y no en todas las comidas, porque habría que primar los hidratos de calidad (siempre en su versión integral, salvo que no se pueda: por ejemplo, un risotto con arroz integral es el mal). Vamos, que el pan no es para ponerse púo ni es la base de la alimentación, por mucho que lo digan las pirámides alimentarias de sociedades científicas. No hagáis caso de esa pirámide, que es una vergüenza.

Chermoula hummus

Quinua con pistachos y pasas

Quinoa con pasas y pistachos
Quinoa con pasas y pistachos

Hace algún tiempo, estuve en Sevilla y Gema me llevó al mercado del Arenal para comer en Veganitessen. Por qué no vivo en Sevilla es algo que me he preguntado desde que acabé la carrera, pero ya no la echo de menos tantísimo como antes, porque en Mérida he descubierto mi lugar. Allí, un chaval muy amable que vendía productos ecológicos y artesanales (cosas que no significan «vegano»), me vendió quinoa sevillana. Ahora, en una de mis fruterías, la tienen salmantina. A mí me da igual de dónde sea, siempre que sea española y que su lugar de cultivo esté cerca (es decir, para qué voy a comprar de Galicia teniendo de Sevilla, que está más cerca). Por cierto, ya que hablo de Galicia, aprovecho para poner música. Es que adoro a esta mujer. Se llama SES. Y esta canción es muy bonita. Sí, compro quinoa sevillana o castellana, pero pongo música gallega en lugar de flamenco. Soy así de mestiza.

La primera canción que le canté a mi sobrino fue en gallego. A Carolina. Yo no sé gallego, pero me sé algunas canciones en gallego. Aunque ahora vamos a preparar quinua sevillana. En olla rápida. La receta es de Jill Nussinow.

Ingredientes para 3 raciones:

  • 1 o 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 chalotas picaditas o 1/2 cebolla grande picada
  • 1 diente de ajo muy picado
  • 160 gramos (1 taza) de quinoa, enjuagada y escurrida
  • 1 cucharadita de cardamomo molido
  • 70 gramos (1/2 taza) de zanahoria a rodajas muy finas
  • 300 ml (1 y 1/4 tazas) de caldo vegetal (yo cojo 300 ml de agua y le pongo un cubito de caldo concentrado)
  • 1 palito de canela de unos 2 cm.
  • 30 gramos (3 cucharadas) de uvas pasas
  • 30 gramos (3 cucharadas) de pistachos, picados y tostados en una sartén sin grasa 3 minutos
  • Si el caldo no está salado, 1/4 cucharadita de sal
  • pimienta negra recién molida
  • 1/4 taza de cilantro fresco picado
  • 1/2 cucharadita de ralladura de limón (yo le puse la ralladura de medio limón pequeño, porque estas no las mido)
  • 1 o 2 cucharadas de zumo de limón (exprimí el medio limón pequeño y se lo eché)
  • la parte verde de una cebolleta para decorar
Quinoa con pasas y pistachos
Quinoa con pasas y pistachos

Preparación:

Calienta la base de una olla rápida a fuego medio, o enciende la función de saltear de una olla eléctrica (yo tengo una Instant Pot). Añade el aceite, la chalota y el ajo y saltea 2 minutos. Ten cuidado si la olla es eléctrica, porque la función de saltear calienta más que el fuego normal, así que remueve y vigila. Añade la quinua enjuagada y escurrida y el cardamomo y remueve durante otros 2 minutos. Ahora, echa las zanahorias, el caldo, las pasas y el palito de canela y remueve.

Pon la tapa, lleva a alta presión durante 5 minutos y luego deja salir el vapor de forma natural. Quita la tapa, remueve un poco, investiga dónde está el palo de canela, quítalo y tíralo. Ahora, si tu caldo no es salado, echarías la sal y probarías a ver si está a tu gusto. Puedes ponerle también pimienta. Ahora, pon el cilantro, los pistachos, el zumo de limón y la ralladura y remueve. Ya lo puedes servir decorado con la cebolleta… o meter en tuppers, etiquetar y congelar.

Quinua con pistachos y pasas

Croquetas de garbanzos con salsa teriyaki

Croquetas de garbanzos con salsa teriyaki
Croquetas de garbanzos con salsa teriyaki

¿No sabéis qué hacer para la cena de Reyes? Pues estas croquetas (que son, en realidad, una especie de falafel, pero con los garbanzos cocidos en vez de crudos) con salsa teriyaki os pueden sacar del apuro, porque, si tenéis cocidos los garbanzos o los compráis de bote, se hacen en un pis pas. Si no tenéis cocidos los garbanzos y no queréis comprarlos de bote, puedes remojarlos en poco más de una hora, como conté en el post dedicado a las legumbres en la olla rápida. Una vez lavadas, pon las legumbres en una olla normal, añade agua para que las cubra unos 8 cm., lleva a ebullición y, una vez que hiervan, apaga el fuego, tapa la olla y deja reposar así durante 1 hora. Cuando transcurra la hora, ya las puedes usar. En olla rápida se cuecen en 14 minutos, con salida de vapor natural. ¿No sabes qué es? Lee este post donde explico cómo eliminar el vapor de la olla. La receta es de The Complete Guide to Even More Vegan Substitutions. Sí, tengo los dos que han sacado Celine Steen y Joni Marie Newman. Soy muy fan de las dos.

Ingredientes para 16 croquetas:

  • 3/4 cucharadita de almidón de maíz (Maizena, en España)
  • 75 ml (5 cucharadas) de agua
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 2 cucharadas de sake (yo no tengo sake, pero tengo mirin y usé mirin)
  • 2 cucharadas de tamari o salsa de soja
  • 400 gramos de garbanzos cocidos
  • 1 cucharada de tahini o de mantequilla de cacahuete cremosa
  • 1 cucharadita de aceite de sésamo tostado
  • 1 y 1/2 cucharadas de panko o pan rallado normal
  • 1/4 cucharadita de bicarbonato sódico
  • 2 cucharaditas de zumo de limón
  • 1 diente de ajo grande muy picado
  • 2 cucharadas de chalotas muy picadas (yo usé dos chalotas y listo)
  • 2 cucharadas de perejil fresco o cilantro muy picados
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 1 y 1/2 cucharadas de harina integral
  • Aceite de oliva para pincelar
Croquetas de garbanzos con salsa teriyaki
Croquetas de garbanzos con salsa teriyaki

Preparación:

En un bol pequeño, disuelve la Maizena en 1 cucharadita de agua. Ponlo en un cazo y añade 40 ml de agua (son 2 cucharadas más 2 cucharaditas) de azúcar, el sake o mirin y la salsa de soja o tamari. Cocina a fuego medio-alto hasta que sea un sirope, removiendo con frecuencia. Tardará unos 6 minutos. Reserva.

Precalienta el horno a 200º C. Prepara una bandeja con papel de hornear.

Pon los garbanzos en un robot de cocina y dale unos toques. No quieres hacer un puré, pero sí romperlos para que no quede ninguno entero. Ve parando y removiendo para que los de abajo no se hagan puré.

En un bol grande, bate 2 cucharadas de agua con el tahini o la mantequilla de cacahuete, el aceite de sésamo tostado y el zumo de limón. Añade los garbanzos, el ajo picado, la chalota, el perejil o el cilantro y la sal. Remueve bien para mezclarlo todo.

Ahora, añade el panko o el pan rallado normal, la harina integral y el bicarbonato sódico.

Remueve bien y amasa un poco. Divide la masa en 16 bolitas (como yo soy así, pesé la masa y cada bolita debía pesar 37,5 gramos: no soy tan exacta e hice unas de 37, otras de 40 y así). Pon las bolitas en la bandeja y echa aceite en spray o pincela. La masa es líquida, ojo, así que te puedes mojar las manos para hacer las bolitas si lo deseas. No chorreando, pero un poco húmedas y así no se te pega.

Mete en el horno 15 minutos. Saca la bandeja con ayuda de unas manoplas, para no quemarte y dale la vuelta a las croquetas. Hornea de 10 a 15 minutos más.

Saca y sirve con la salsa teriyaki.

Croquetas de garbanzos con salsa teriyaki

Satay indonesio de berenjenas

Tofu. El tofu del Aldi es una cosa tremenda que está hecha con sales de calcio y que, además, no hay que prensar ni una mijita. El problema del Aldi es que está a 20 minutos andando de mi casa y no tengo coche, así que, cada vez que voy, procuro comprar pocas cosas para no venir cargando con el carro a reventar. Pero yo me lo llevaría todo. Bueno, todo no, porque ya no compro alimentos procesados (salvo los poco procesados, que para mí no cuentan: el aceite de oliva está procesado, pongo como ejemplo. La pasta también. Y la soja texturizada). Lo que siempre me traigo es todo el tofu que vea en la balda. Cinco o seis paquetes de golpe. Los meto en el frigorífico con la fecha de caducidad frente a mí… y luego me los he comido caducados de un mes y todo. Pero yo miro la fecha para cocinarlo antes. Como ahora.

Esta receta es de The Happy Pear. Tengo su libro (el amarillo, no el azul) que no es vegano, porque usan huevos y miel en algunas recetas. Pero casi todas son veganas. Las de dulces no, pero no hago casi repostería, a la vista está (no por falta de ganas: yo ya sé que son calorías vacías y tal, pero a mí un bizcocho es que me alegra la vida). Y hay curries para parar un tren. Como yo de curry ya me puse hasta atrás y no quiero verlo demasiado (salvo en este tofu) hasta la Navidad al menos, que haré un plato hindú al que ya le he echado el ojo, busqué un plato indonesio. Y esto es laborioso, oigan, pero está muy rico. Aprovechando que había encendido el horno para el brócoli de este puré, metí ahí el tofu también y las berenjenas. Como solo tengo una fuente de horno grande que seguía caliente y me da miedo meterla en agua fría, es que ni la lavé. Yo estas cosas no debería confesarlas. Nota mental: comprar un par de fuentes de horno más de las grandes, que pequeña tengo una.

Ahora que lo pienso, con la pereza que me da a mí encender el horno… Y no sé por qué, porque total, lo pones todo en una fuente, lo dejas ahí, pones el temporizador y te olvidas.

Esto se puede tomar tal cual o mezclarlo con arroz (integral, por favor. Sí, el blanco coge mejor las salsas. Pero el blanco es comida basura. O eso dice mi Pablo Zumaquero de mi alma. Y yo le creo. Y además el integral está muy rico hasta sin sal. Lo sé, lo he comido. Tiene sabor. Potente, además. Tiene varias clases de verduras (col, judías verdes, zanahoria, cebolla, ajo…) y tofu y mantequilla de cacahuetes, así que aquí hay proteína de calidad, señores. La mantequilla de cacahuete la compro en polvo. Me lo dijo Lucía y le hice caso porque yo no la uso mucho y se me enranciaba. Además, esta mantequilla en polvo solo tiene cacahuetes, no tiene aceite de palma, que es la mierda más grande que ha parido madre. No en cuestión de salud, que eso no podría ponerlo en pie ni explicar por qué las grasas tales y pascuales son malas malísimas: en cuestión medioambiental. Es barato, la industria alimentaria está enamorada de él y deforesta y mata animales a mansalva, sobre todo orangutanes.

Buscad una mañanita tranquila para hacer esta receta (tampoco se tarda tanto, ojo), que está bien rica.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 3 berenjenas
  • 2 zanahorias
  • 200 gramos de judías verdes, sin los extremos y picadas en trozos del tamaño de un bocado, bien limpias
  • 2 cebollas
  • 0,5 cm. de jengibre fresco pelado
  • 3 dientes de ajo
  • 4 cucharadas de salsa de soja
  • 100 ml de zumo de naranja (el zumo de una naranja de zumo)
  • 1 cucharadita de jengibre en polvo
  • 400 gramos de tofu cortado en bastoncitos
  • 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • pimienta negra
  • 4 cucharadas de mantequilla de cacahuete
  • 2 cucharadas de vinagre de manzana
  • 2 cucharadas de sirope de agave o de arce
  • 1/4 de col blanca grandecita
  • Un manojo de cilantro fresco para decorar, opcional
  • Frutos secos picados para decorar, opcional

Preparación:

Precalienta el horno a 200ºC. Corta las berenjenas, con la piel y lavadas, en trozos del tamaño de un bocado y las zanahorias en rodajas medianas. Pela y corta a rodajas finas la cebolla. Pica finos el jengibre fresco y el ajo.

Pon la salsa de soja, el zumo de naranja y el jengibre en polvo (no el fresco) en un bol y remuévelo. Pon el tofu ahí para que se cubra bien: pásalo a una bandeja de horno y hornea 25 minutos.

Pon las berenjenas en un bol y agrega 3 cucharadas de aceite. Remuévelas con las manos bien limpias para que se impregnen bien, agrega una pizca de sal y extiéndelas en una bandeja de horno. Ásalas hasta que estén bien doradas y no quede ninguna cruda, de 30 a 40 minutos.

Lleva, mientras tanto, un cacito con agua a ebullición. Añade las zanahorias y cuécelas 5 minutos. Agrega las judías verdes y cuece 2 o 3 minutos. Escurre y enfría bajo el grifo. Luego se cocerán más. Reserva.

Pon las restantes 2 cucharadas de aceite en una olla grande. Cuando el aceite esté caliente, baja el fuego, agrega la cebolla y saltea 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Añade el ajo y el jengibre fresco y cocina 3 minutos más. Remueve de vez en cuando también. Si la mezcla se queda muy seca, agrega un poco de agua caliente (de cucharadita en cucharadita, no medio vaso).

En un bol, bate la mantequilla de cacahuete, el vinagre, el sirope de arce o de agave y 350 ml de agua caliente. Añádelo a la olla junto con el tofu y las berenjenas asadas, porque ya deberías de haberlos sacado del horno los dos. Ten cuidado de no quemarte: usa siempre paños para coger las fuentes de horno.

Mezcla bien. Lleva a ebullición, baja el fuego y cuece 10 minutos lentamente. Si la salsa se espesa mucho, agrega agua.

Prueba y sazona con sal y pimienta. Mientras tanto, corta la col bien limpia en trocitos y agrégalos a la olla cuando pasen esos 10 minutos, junto con las judías verdes y las zanahorias. Cuece 5 minutos o hasta que las judías estén a tu gusto.

Si quieres, agrega cilantro fresco picado y frutos secos (sin freír y sin sal, pero los puedes tostar unos minutos en una sartén sin grasa) y sirve.

Está muy rico.

Satay indonesio de berenjenas

Hamburguesas de alubias negras II

Sí, tengo otra receta de hamburguesa de alubias negras, del blog Oh She Glows, pero esta es del Veganomicon, esa Biblia de la cocina vegana que escribieron Isa Chandra Moskowitz y Terry Hope Romero. Son unas hamburguesas que se hacen en un pis pás, siempre que tengas cocidas las alubias negras, claro está. Pero en la olla rápida también se hacen en un pis pas, en menos de diez minutos. La he tuneado para ajustarla a mi gusto de picante y de sal, que en la receta original no lleva, pero sí le hace falta si las vais a comer solas (sin ketchup, veganesa o salsas varias).

 Ingredientes para 6 hamburguesas:

  • 340 gramos de alubias negras cocidas (de 150 gramos de alubias secas)
  • 60 gramos de gluten
  • 65 gramos de pan rallado
  • 1/4 cucharadita de chile en polvo
  • 1/2 cucharadita de comino
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 55 ml de agua
  • 1 cucharada de tomate concentrado
  • 1/4 taza de cilantro muy picado
  • 2 dientes de ajo
  • 1/2 cebolla pequeña
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Preparación:

Machaca las alubias con un tenedor en un bol. No las quieres hacer puré, así que no uses un robot de cocina: solo machácalas. Si quedan algunas enteras, como ves en la foto, está muy bien.

Agrega el gluten, el pan rallado, el chile en polvo, el comino, el agua, el tomate concentrado y el cilantro picado. No mezcles todavía. Usa un rallador muy fino (yo uso el Microplane) para rallar el ajo y un rallador de agujeros gruesos o el robot de cocina para rallar la cebolla. Si no tienes Microplane, un prensador de ajos funciona muy bien también. Agrega la sal, mezcla bien con un tenedor y luego amasa con las manos hasta que la mezcla esté uniforme: te llevará un minuto.

Divide la masa en 6 hamburguesas iguales (pesará, cada una, unos 95 gramos más o menos) y haz una bola con ellas, como si hicieras albóndigas. Aplástalas luego con las manos un poquito y precalienta una sartén con las dos cucharadas de aceite. Fríe las hamburguesas de tres en tres, presionándolas con cuidado, pero firmemente, con una espátula. Cuando les des la vuelta, rocíalas primero con aceite. Fríelas unos 5 minutos por cada lado. Deberán estar firmes al tacto cuando las toques, pero por dentro, lo aseguro, estarán blanditas.

Hamburguesas de alubias negras II

Sopa de verduras con mantequilla de cacahuete


Lo mismo que en verano no me apetece absolutamente nada encender el fuego (lo del fuego suena muy bien, pero es pulsar un botón en la vitrocerámica), el otoño y el invierno es el tiempo de las sopas reconfortantes para comer y para cenar. Esta es una sopa con mantequilla de cacahuete (de la que me regaló MyProtein) cuya receta es de la muy maravillosa Terry Hope Romero y su no menos maravilloso Vegan Eats World. Si no os gusta la mantequilla de cacahuete, no lo intentéis con esta sopa. Me ha ocurrido que he dado a probar platos a gente que la odia… Hombre, pues no te va a gustar. Es como si a mí me pones pimientos.

Ingredientes para 6 u 8 raciones:

  • 675 gramos de calabacín en dados
  • 1 cucharada de aceite de cacahuete
  • 1 cebolla grande, pelada y picada fina
  • 2 zanahorias grandes, peladas y cortadas en cubos o en forma de media luna
  • 4 dientes de ajo, pelados y muy picados
  • Un trozo de jengibre fresco, pelado y muy picado
  • 1 cucharadita de semillas de cilantro molidas
  • 940 ml de caldo vegetal
  • 2 hojas de laurel
  • 225 gramos de tomate de pera sin semillas y en cubos
  • 185 gramos de mantequilla de cacahuete
  • 1 cucharada de zumo de lima (es el zumo de media lima)
  • 1/2 cucharadita de sal más un poco más
  • Pimienta negra recién molida
  • Cilantro fresco

Preparación:

Espolvorea una generosa pizca de sal sobre los calabacines y ponlos en un colador grande encima del fregadero o de un bol. Deja que suelten agua. La soltarán. Prepara, mientras tanto, el resto de los ingredientes. En una olla grande, calienta el aceite a fuego medio. Añade la cebolla y saltea 5 minutos, hasta que esté suave. Agrega la zanahoria y saltea 1 minuto más. Incorpora ahora el ajo, el jengibre y las semillas de cilantro molidas y saltea durante 1 minuto. No dejes de remover para que las especias se mezclen bien.

Ahora es el momento de añadir el caldo, el laurel y los tomates. Sube el fuego, ponlo a fuego medio-alto y lleva a ebullición. Prepara, mientras hierve, la mantequilla de cacahuete: ponla en un bol. Cuando el caldo esté hirviendo, agrega un cucharón del caldo al bol de la mantequilla de cacahuete y remueve bien para que se disuelva: hazlo con una cuchara de madera. Añade la mantequilla disuelta con el caldo a la olla.

Escurre el calabacín, añádelo a la olla también y espera que recupere el hervor. Cuando hierva, baja el fuego, tapa parcialmente la olla y cocina de 15 a 20 minutos, hasta que las verduras estén tiernas. Añade la lima, la sal y la pimienta. Prueba y ajusta la sazón. Ya la puedes retirar del fuego: tapa la olla y deja reposar unos 5 minutos. Agrega el cilantro fresco y sirve.

Sopa de verduras con mantequilla de cacahuete

Ropa vieja

La ropa vieja tiene tantas recetas como casas. Sobre todo, si la escoges de un libro vegano, cuando es un plato que se hace con la falda de la vaca desmechada. Sí, en teoría hay que rallar el seitán. Mi robot de cocina tiene el libro de instrucciones mal. Pone que rallar es el 1 cuando es el 2. Y salieron estas rodajitas tan finas que me encantaron y lo hice así. Utilicé el seitán clásico del Vegan with a vengeance. La receta es de Fresh from the vegan slow cooker.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 2 cucharaditas de aceite de oliva
  • 1 cebolla pequeña, cortada en rodajas finísimas
  • 3 dientes de ajo picados o rallados
  • 60 gramos de tomate concentrado
  • 1 cucharadita de comino molino
  • 250 gramos de tomates picados o machacados
  • 1/2 cucharadita de orégano seco
  • 1/2 cucharadita de azúcar
  • 450 gramos de seitán rallado o picado muy fino, en hebras
  • 2 sombreros de champiñones, limpios y muy finamente picados, en rodajas o rallados
  • 300 gramos de alubias negras cocidas
  • 240 mililitros de caldo vegetal
  • 1 cucharadita de cilantro fresco picado
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • sal
  • pimienta

Preparación:

Calienta el aceite a fuego medio-alto en una sartén. Si es de hierro fundido, a fuego medio y luego lo bajas: las sartenes de hierro necesitan menos temperatura. Saltea la cebolla 5 minutos. Agrega el ajo y cocina durante 1 minuto. Agrega ahora el tomate concentrado y el comino y sofríe un minuto más.

Pasa todo el contenido de la sartén a la base de tu slow cooker con el resto de los ingredientes. Remueve, tapa y ponlo en LOW de 4 a 6 horas, hasta que la verdura esté tierna.

Puedes servirlo con tortillas de maíz o con arroz.

Ropa vieja

Berenjenas mogul

Esta es una salsa fuertecita para pasta, que está impresionantemente buena. Eso sí: el sabor fuerte se lo da el yogur, así que usad menos si no os gusta tanto. A mí me encantó tal cual está. La tomé del libro The gourmet vegetarian slow cooker. Yo la usé para unos macarrones de centeno integrales, pero creo que, como relleno de sándwiches o bocadillos, o con pan de pita, tiene que estar también buenísima… Mogul es un imperio del subcontinente indio, que existió hasta el siglo XIX.

Ingredientes para 5 raciones:

  • 1 cucharadita de semillas de comino
  • 6 clavos de olor enteros
  • 1 cucharada de jengibre fresco picado
  • 2 cucharaditas de ajo picado
  • 2 berenjenas pequeñas, peladas y cortadas en cubitos
  • 2 cucharaditas de garam masala
  • 1 cucharadita de cúrcuma molida
  • 1 cucharada de pimentón
  • 1/4 cucharadita de cayena (yo no le puse)
  • 800 gramos de tomates picados
  • 1/4 taza de cilantro fresco
  • 460 gramos de yogur de soja
  • 1 cucharadita de sal

Preparación:

En un molinillo de café o de especias, muele los clavos de olor y el comino hasta que sean polvo. Agrega el jengibre y el ajo y pícalos hasta que sea una pasta.

Pon la berenjena picada en la olla.

En un bol, mezcla la pasta de especias, el garam masala, los tomates, el pimentón, la cúrcuma y la cayena, si la usas. Ponlo encima de las berenjenas y remueve. Tapa y cocina en LOW durante 4 horas. La berenjena ha de quedar tierna.

Apaga la olla, quita la tapa y deja reposar 10 minutos. Agrega el yogur, remueve y añade cilantro fresco picado.

Berenjenas mogul

Sopa de alubias negras con leche de coco

La receta de este libro está tomada de 50 simple soups for the slow cooker, de Lynn Alley, pero queda muy líquida. Bueno, también pudo quedarme más líquida porque me equivoqué con los tomates y puse tomate triturado en vez de tomate en cubos (que los compré de bote). A mí me gustan las sopas más espesas. Así que ajusté la cantidad de líquido. De sabor, eso sí, fantástica. Las alubias, en la olla de cocción lenta, se cuecen de manera que quedan enteras y nada pastosas. También puede que queráis ajustar la cantidad de tiempo, si es que os gustan más blandas.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 400 gramos de alubias negras secas, puestas a remojo la noche anterior
  • Un trocito de alga kombu
  • 4 tazas de agua (920 gramos)
  • 240 gramos de tomate picado en cubitos: pueden ser de bote
  • 1 cucharadita de semillas de comino ligeramente machacadas con el mortero
  • 1 lata de unos 400 gramos de leche de coco
  • 1/4 taza de cilantro fresco
  • sal al gusto

Preparación:

La receta original, por si os gustan las sopas más claras, pide 6 tazas de agua, que son 1380 gramos. Yo no tenía tomate picado, así que le puse triturado, y por eso ajusté la cantidad de líquido.

Calienta el aceite en una sartén y saltea la cebolla a fuego medio hasta que esté ligeramente dorada, unos 10 minutos.

Enjuaga las alubias y ponlas en la olla de la slow cooker, con las cebollas fritas, el agua, el alga kombu y los tomates. Tapa y cocina en LOW durante 8 horas o hasta que las alubias estén tiernas y a tu gusto.

Agrega el comino, la leche de coco y sal al gusto. Continúa cocinando de 1/2 a 1 hora. Yo lo tuve una hora más. Apaga la olla, ponte guantes, saca la sopa, ponla en boles y sírvela con cilantro fresco.

Sopa de alubias negras con leche de coco