Fabada de mi madre

Fabada vegana
Fabada

«Las cuezo con una hoja de laurel y media cebolla y le hago un sofrito, tomate, cebolla, ajo  y pimiento verde y en el sofrito rehogo la morcilla. Se saca la morcilla,se bate el sofrito y se añade a las judías. Se deja cocer todo junto como 10 minutos. Yo cuando bato el sofrito le echo una cucharada de judías: quedan mas espesitas».

Este es, literalmente, el mensaje de WhatsApp de mi madre cuando le dije que tenía una morcilla vegana, regalo de Vegan Place, que es esta:

Morcilla riquísima
Morcilla riquísima

Total, que la tenía muerta de risa en el frigorífico y pensé: «ya ha llegado el fresco, apetece un potajito, mi madre hace unas judías tremendas…» y le pedí la receta. Luego la llamé por teléfono, porque ella usa la olla rápida y me dice: pues vas viendo. En la olla rápida. A poner ollas rápidas, que para eso tengo tres. La receta se puede hacer en crock pot también y así, con una cocción lenta, las legumbres son muy digestivas. Pero yo las necesitaba para comer a mediodía y puse la olla rápida… Y, además, esta receta es asombrosamente fácil…

Fabada
Fabada

Ingredientes para 5 raciones:

  • 1 morcilla vegetal. La podéis comprar o hacerla vosotros. Yo nunca la he hecho. También le podéis poner chorizo.
  • 240 gramos de alubias blancas. Yo usé de las pequeñas porque no tenía fabes. Se ponen a remojo durante 8 horas como mínimo.
  • 1 hoja de laurel
  • 1 casco de cebolla
  • 1 cebolla pequeña
  • 1 tomate pequeño
  • 1 pimiento verde pequeño (Cristina, por ejemplo, le pone pimiento rojo)
  • 2 dientes de ajo picados
  • Agua
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • Sal al gusto
Fabada
Fabada

Preparación:

En la olla rápida, pon las judías blancas escurridas, la hoja de laurel y el casco de cebolla. Ahora, las cubres de agua, pero que el agua no sobresalga más de un dedo. El tiempo de cocción depende de la dureza de las judías, pero sí: mi madre lo dijo bien: hay que ir mirando. Yo las tuve 6 minutos y me pasé un poco. Ponedlas 4 minutos a alta presión (en el 2 de la olla súper rápida, generalmente, o en HIGH si tenéis una Instant Pot). Dejad que el vapor salga de forma natural (es decir, apagad la Instant Pot y dejadla tranquila o quitad la olla del fuego y lo mismo, hasta que la válvula baje). Ahora, abrís la olla y comprobáis. El punto es que las alubias han de quedar duritas, pero hechas. O sea, no megaduras que no se les pueda hincar el diente. Las comes y dices: «esto me lo podría comer, pero estaría mejor con un minuto más». Pues así.

Echad el aceite de oliva en una sartén puesta a calentar a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente. añadid la cebolla, el pimiento y el tomate, cortado todo a trozos. Da igual que no sean muy pequeños, porque eso va luego a la batidora. Déjalo 7 minutos o así, dando vueltas de vez en cuando. Ahora. añade la morcilla entera y deja freír otros 10 minutos, dándole la vuelta a la mitad de la cocción. Las verduras han de quedar blanditas y pochaditas. Yo esto, cuando era novata en la cocina, no lo entendía: cuál será el punto del pochado. Pues ahora sé que se ve, porque la verdura se pone blanda y cambia de color y se deshace cuando le das un poco con una cuchara de madera.

Saca la morcilla. En el vaso de la batidora echa un cucharón del líquido de cocción de las alubias, un cucharón de alubias escurridas y el contenido de la sartén. Bate hasta que sea cremoso. Añádelo a las alubias, vuelve a ponerlas al fuego y tenlas cociendo hasta que estén blanditas y a tu gusto. Puede tardar 10 minutos o 15 o 20, depende de lo duras que las hayas dejado. Añade sal. Comienza con una cucharadita rasa, mueve la olla (en las alubias NO se mete la cuchara, que se deshacen) y prueba.

Sirve calentito y a disfrutar de la fabada.

Realmente, esto no es una fabada. Será más bien un potaje de alubias. Pero en mi casa extremeña le llamamos fabada y yo, las comidas de mi madre y el nombre que le da mi madre a sus comidas, no lo cuestiono ni se me ocurre. Soy capaz de ir a Asturias, ver una fabada y decir: eso no es una fabada ni es ná.

He dicho.

Nutrientes por 250 gramos

 

Fabada de mi madre

Picada de almendras para albóndigas (o lo que sea)

Picada de almendras
Picada de almendras

En Fitzroy, Victoria, Australia, que tiene 10.000 habitantes, hay un restaurante que se llama Smith & Daughters. Sí, vale: Fitzroy es como un barrio residencial de Melbourne, la capital del país, y ahí se celebra el Melbourne Fringe Festival, que es un referente mundial. Pero me da igual: se erige como ciudad y tiene 10.000 habitantes. ¡Es un puto pueblo!

Vivo en una región de un millón de habitantes en la que no hay ni un restaurante vegano. Ni uno.

Miro con envidia allende los mares y las fronteras. Algún día iré al Smith and Daughters. Su chef se llama Shannon Martínez. Su abuela es española. Así que mezcla sabores que da gusto. Y tiene ese toque de comida casera de aquí. Que el curry está muy bueno, pero yo echo de menos los sofritos. Su socia es Maureen Wyse. Os pongo el nombre de las dos para que babeéis con las cuentas de Instagram. Y la del restaurante.

A veces me parece que España está cuarenta años por detrás de cualquier avance social. Luego recuerdo que no me lo parece: que es una realidad. Si vives en Extremadura, ya puedes morir. Lechuga y tomate es lo máximo que te ofrecen en cualquier restaurante. Y mucho pan. La gente lleva a los niños a las vaquillas del aguardiente, tienes compañeros que celebran las capeas de su pueblo como si fueran un espectáculo de Neil Young, hay matanzas didácticas… Cuando veo las fotos que cuelga Claudia en su Instagram, quiero morir de la envidia. Qué de restaurantes. A mí, que me ponen fruta en las comuniones…

Picada de almendras
Picada de almendras

En fin: vivo donde vivo. En la comunidad autónoma sin (casi) opciones. Pero dejo de quejarme, que la receta que viene ahora está muy rica.

Sale un montón. No la pesé, porque yo echo tres cucharadas a los tuppers con albóndigas y luego lo que sobra lo guardo para soja texturizada y ya. Pero sale mucha cantidad. Vamos, para cuatro o cinco personas hay. Y para más.

Ingredientes:

  • Para la salsa:
    • 60 ml (1/4 taza) de aceite de oliva
    • 1 cebolla picada en cuartos
    • 2 tallos de apio cortados en cuatro trozos
    • 3 tomates en cuartos
    • 250 ml (1 taza) de vino blanco
    • 2 hojas de laurel
    • 3 tallos de tomillo fresco o un poquito de tomillo seco (yo uso una pizca)
    • Un manojito de perejil, fresco, solo las hojas, picado
    • Un litro (4 tazas) de caldo vegetal
  • Para la picada:
    • 2 cucharadas de aceite de oliva
    • 2 rebanadas de pan bueno a cubitos (unos 100 gramos)
    • 1 cucharada de ajo picado o majado (yo usé un ajo y ya)
    • 80 gramos (1/2 taza) de almendras crudas, tostadas en una sartén sin grasa unos minutos
    • Un manojito de perejil fresco picado, solo las hojas
    • 1 cucharada de pimentón dulce (así sabe mucho a pimentón: podéis ponerle menos)
    • Una pizca de azafrán
    • Un poco de piel rallada de un limón. La receta original pone «la piel rallada de un limón», pero queda con muchísimo sabor a limón y queremos sabores más equilibrados. Echad un poco de ralladura y ya.
    • 1 cucharadita de tomillo fresco picado o 1/4 cucharadita tomillo seco
Picada de almendras
Picada de almendras

Preparación:

Con MyCook: Calienta el aceite 1 minuto a 120ºC y velocidad 1. Agrega el tomate, el apio y la cebolla y sofríe 5 minutos a 120ºC y velocidad 1. Echa el vino blanco por el boquete y, con el cubilete quitado, programa otros 10 minutos a 120º C y velocidad 2. Yo con esto tuve bastante, la verdad. Pero depende de lo que os guste de espeso. Agrega el caldo y ponlo 40 minutos a 120º C y velocidad 2, sin el cubilete. Así el líquido se evapora, se evapora el alcohol y se reduce todo.

Mientras tanto, haz la picada: Calienta el aceite en una sartén y fríe el pan a fuego medio-alto hasta que se dore por todas partes. Pásalo a un robot de cocina con el resto de los ingredientes y pica hasta que se forme una pasta. Añádelo a la salsa lentamente y remueve a fuego lento unos 5 minutos, hasta que espese. No te olvides de quitar el laurel cuando vayas a servir.

Sin MyCook: Primero, pica las verduras a cuadritos y pica muy bien el ajo, porque la MyCook pica, pero tú lo tendrás que hacer a mano. Para la salsa, calienta el aceite en un cazo a fuego lento. Agrega el tomate, el apio y la cebolla y fríe 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Agrega el vino y las hierbas y y cuece hasta que se haya reducido a la mitad. Ahora, agrega el caldo y sube la temperatura. Ponlo a fuego medio y cuece hasta que la salsa se haya reducido a la mitad también.

Ahora, haz la picada, o mientras tanto, porque en reducir tardará (para que os hagáis una idea, yo en la MyCook lo tuve 40 minutos). Calienta el aceite en una sartén y fríe el pan a fuego medio-alto hasta que se dore por todas partes. Pásalo a un robot de cocina con el resto de los ingredientes y pica hasta que se forme una pasta. Añádelo a la salsa lentamente y remueve a fuego lento unos 5 minutos, hasta que espese. No te olvides de quitar el laurel cuando vayas a servir.

Picada de almendras para albóndigas (o lo que sea)

Filetes con salsa española

Escribo tras haberme pasado un domingo entero ordenando la despensa y haciendo listas de la comida que tengo, con sus pertinentes fechas de caducidad y demás. He descubierto que tengo tres paquetes de algas wakame, por ejemplo. No preguntéis para qué, porque yo, algas, consumo poquísimas. También tengo botes de pasta de curry verde, roja y amarilla con los que algo habrá que hacer. Y cosas caducadas, también tenía. Así que, en este proceso de «necesito centrar mi vida», me bajé el Out of milk, porque el Prep and Pantry que yo tenía, se me fue cuando cambié de móvil (el mío acabó en el váter el fin de semana que murió Jandro) y ya no aparece en la Google Play Store. Con lo buena que era y los casi 6 euros que me costó. Moraleja: escoged las aplicaciones que sean gratis, que luego pasa lo que pasa. Que las quitan. Espero que esos seis euros hayan servido para el salario de alguien…

Centrar la vida consiste en cocinar, ordenar la casa, ordenar los libros (tarea imposible, porque me faltan estanterías), ordenar la ropa, tirar o donar lo que no hace falta (sí: tirar también: a ver para qué quiero yo y para qué querría alguien un cubo de plástico roto de comida de gatos). Y en pensar y en decidir. También en eso: en pensar, repensar, decidir, abandonar, acoger, cuidar(se).

Filetes con salsa españoia
Filetes con salsa españoia

Total, que me puse a remojar soja texturizada de Vantastic Foods, que es mi marca favorita del mundo mundial. Y a hacer una salsa que supiera a España. Porque cada país tiene sus ingredientes claves: en China, en Japón, en Nueva Orleans (que no es un país, pero culinariamente sí, qué coño), en Italia y en España, usamos ingredientes distintos para que nuestros platos sepan a lo que tienen que saber. A la cocina de aquí o de allí. Y yo amo la mantequilla de cacahuete y amo el curry, pero también el sofrito de mi madre. Y qué me puede garantizar más el sabor a España que una cosa que se llama «salsa española». La vi en el libro de MyCook y no me pude resistir. Pero la tuneé, porque la receta original lleva fondo de ternera.

Los filetes de soja, para hacerlos, se ponen a remojo en agua hirviendo o caldo vegetal, se escurren, pero no a lo bestia, y se fríen en una sartén con aceite, sal y pimienta, por los dos lados. Tened cuidado, que tienen agua y el agua, al contacto con el aceite, hace que el aceite caliente salte y te puedes quemar. No los tiréis a lo loco a la sartén. Y ya están listos.

Ingredientes para muchos filetes:

  • 100 gramos de puerro
  • 100 gramos de cebolla
  • 50 gramos de zanahoria
  • una hoja de laurel
  • unas pizcas de tomillo seco
  • 150 ml de vino tinto
  • 50 ml de aceite de oliva
  • 40 gramos de harina y 30 gramos de mantequilla vegetal o de aceite (yo siempre uso aceite)
  • Un litro de caldo vegetal
  • 1 cucharadita de Marmite
Filetes con salsa española
Filetes con salsa española

Preparación:

Calienta el aceite 1 minuto a 120º C y velocidad 1. Pon el puerro picado muy grueso, la cebolla y la zanahoria, también cortadas gordas y programa 8 minutos a 120º C y velocidad 1. Agrega el laurel con una pizca de tomillo y el vino tinto durante 3 minutos a 120º C y velocidad 2.

Ahora, añade el caldo vegetal y el Marmite y quita el cubilete. Pon el cestillo, boca abajo, encima de la tapa (para que no salpique) y programa 60 minutos (sí, son 60 minutos, una hora, no está equivocado) a 120º C y velocidad 2.

Cuelga los ingredientes con el cestillo y tíralos. Ojo: estamos hablando de tirar la verdura, no el caldo, que es la salsa, así que cuela sobre un colador. Esta indicación es para torpes porque yo nunca he puesto la cafetera de filtro sin taza debajo y nunca he colado el té sin una taza debajo y nunca he hecho nada por el estilo. También puedes batirlos, ojo, para no desperdiciar nada. Yo los deseché, porque la verdura, con una hora de cocción, ya había soltado todo el jugo imaginable.

Limpia la jarra y sécala. Pon la mantequilla o el aceite con la harina 2 minutos a 110º C y velocidad 4. Agrega el caldo, prueba de sal, por si le hace falta (al mío, con el Marmite, no le hacía) y programa 1 minuto a 110º C y velocidad 4.

Ya la puedes servir en una salsera aparte para los filetes. Y está muy rica.

Filetes con salsa española

Baked beans en olla rápida

¿Qué son las baked beans? Pues ya está: en internet, con un enlace a Directo al Paladar, solucionado. Estas no llevan salsa de tomate: creo que se parecen más a las americanas (Boston Baked Beans) y, como ya explican ahí arriba, no se hacen al horno, sino en olla. Y estas, en olla rápida. Receta de Jill Nussinov, por supuesto, la maestra de las ollas. Su Vegan Under Pressure es imprescindible, sinceramente. Esta receta es de las cosas más exquisitas que he probado jamás. Solas o con arroz o con patatas cocidas o al vapor o al horno… Una buena ensalada o verduras asadas y ya tienes un plato completito.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 2 cucharaditas de aceite de oliva
  • 2 tazas de cebolla muy picada (yo le eché una cebolleta enorme)
  • 400 gramos (2 tazas) de alubias secas, enjuagadas, puestas en remojo durante 8 horas o toda la noche y escurridas. Si son a granel, mira que no tengan piedritas ni nada
  • 2 cucharadas de mostaza en polvo (yo no le puse)
  • 2 cucharaditas de pimentón (yo, agridulce de La Vera)
  • 1 hoja de laurel
  • 470 ml (2 tazas) de caldo vegetal (yo usé este)
  • 35 gramos (1/4 de taza o 3 dátiles grandes) de dátiles Medjoul picados
  • 70 gramos (1/4 taza) de tomate concentrado
  • 3 cucharadas de melaza
  • 2 cucharadas de mostaza de Dijon
  • 1 cucharada de vinagre de sidra
  • sal

Preparación:

Calienta la olla a fuego medio o pon la olla eléctrica en modo «saltear». Añade el aceite y la cebolla picada y saltea de 3 a 5 minutos. Si ves que se pega, agrega agua a cucharadas. Remueve de vez en cuando. Añade las alubias, la mostaza seca, el pimentón y el laurel. Remueve un minutito, para que se impregnen del sabor de las especias. Añade el caldo, remueve, pon la tapadera de la olla y coloca el mango en posición 2 (HIGH o alta presión) y cuece 15 minutos. Deja que el vapor salga de manera natural (es decir, aparta la olla del fuego y no hagas nada) y, cuando se haya bajado la válvula, deja reposar la olla sin abrirla durante 10 minutos más. Luego ábrela, prueba algunas alubias y, si no están hechas aún, las pones un par de minutos más y dejas que el vapor vuelva a salir de modo natural y quitas la tapa (no las dejes 10 minutos más reposando).

Quita la hoja de laurel. Añade los dátiles, el tomate concentrado, la mostaza de Dijon, la melaza y el vinagre y remueve con cuidado. Lleva la mezcla a ebullición y deja cocer 5 minutos o pon la tapa de la olla y deja reposar 10 minutos. Ajusta de sal y sirve.

Baked beans en olla rápida

Salsa de tomate al vino blanco

¿Os acordáis de que hace poco dije que estaba de curry y de comida mexicana, americana e hindú hasta el moño? Que sí, que está muy rica, pero una echa de menos ese sofrito de madre de ajo, tomate, cebolla y pimiento, que yo no he replicado por no comprar pimiento, con lo fácil que sería echárselo a una fabada con chorizo. Que no será porque no tengo yo recetas de chorizo. Porque a mí el chorizo me gusta más que el jamón. Y yo he comido jamón toda mi vida: del blanco y, desde hace muchos años, del ibérico. Desde hace unos meses, tengo a un montón de italianos (son italianos todos ellos, no me preguntéis por qué) dándome la coña a base de mensajes privados en la página del Facebook. Me mandan fotos de parrilladas. Y yo adoro la gastronomía italiana, pero perdonen ustedes: soy de Extremadura. Y me costó mucho ver un cerdo y dejar de ver jamón. Que era lo que yo veía cuando veía un cerdo: jamón y paletillas. Como mi vida ha estado repleta (repletísima) de platos con carne y con pescado y muy poco repleta en esta vida de verduras, el paladar me está cambiando. Pero sigo echando de menos muchos sabores. Que no se los daba la carne, que se los daba el guiso. Ya.

Así que cogí el 1080 recetas de cocina, que es el libro con el que media España se ha metido en los fogones (gracias, Simone Ortega) y me puse a copietear recetas y a tunearlas, porque el libro se escribió antes de que llegaran los 80 (de hecho, habían comenzado los 70 y yo no había nacido siquiera) y es un pelín hipercalórico. Y además las recetas vienen en tazas y gramos todo a la vez. Yo, que soy así de inútil en la cocina, aunque no lo parezca porque tengo un blog y todo, comencé por una receta hipermegafácil y la adapté para MyCook. Y sale una salsa de tomate bien rica.

Ingredientes:

  • 1 kilo de tomates de pera
  • 60 ml de aceite de oliva (nunca lo pongo, pero se sobreentiende siempre que es virgen extra y ningún otro)
  • 1 puerro
  • 50 mililitros de vino blanco seco
  • 1 diente de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • Perejil fresco picado al gusto (sin pasarse, obviamente, que no queremos una salsa verde)
  • 2 dátiles Medjoul
  • Sal. Yo puse 2 cucharaditas, pero esto va en gustos.

Preparación:

Calienta el aceite 1 minuto a velocidad 1 y a 120º C. Añade el ajo y el puerro cortado en cuatro trozos y bien limpio y sofríe durante 5 minutos a velocidad 1 y a 100ºC. Agrega los tomates, lavados y picados en cuartos, el vino, el laurel, el dátil sin el hueso, el perejil y la sal. Ponlo 20 minutos a velocidad 1 y a 100ºC. Ahora puedes poner el cestillo invertido encima de la tapa y darle al Turbo para triturarlo, pero yo siempre espero que se enfríe y trituro, que total no tengo prisa. O lo saco de la MyCook y trituro con una batidora de inmersión. Que sí, que la MyCook tritura en caliente con la velocidad Turbo pero yo tardo menos y veo mejor el resultado si el vaso es transparente.

Y ya está. Más fácil imposible.

Si no tienes MyCook, esto es una salsa de tomate sin más. Se pone en una cacerola el aceite a calentar. Se añade el ajo picado con el puerro.  Luego, agrega los tomates triturados o picados muy finos, el laurel, los dátiles (picados y previamente remojados en agua caliente) y deja cocer 40 minutos parcialmente tapado. Añade el perejil cuando falten dos o tres minutos para finalizar y luego espera a que se enfríe o tritura con una batidora de inmersión. Si tienes una de vaso, tienes que esperar a que se enfríe porque, si no, te quemas. Sí, puedes quitar el bocal y poner un paño encima en caliente, pero para qué te quieres arriesgar.

 

Salsa de tomate al vino blanco

Caldo concentrado en MyCook

Hace tiempo, decidí no comprar productos altamente procesados (por ejemplo, salsas de tomate, hamburguesas vegetales, caldo de brik o de cubitos…), así que me los tengo que hacer yo. A mí, lo voy a confesar de una vez, lo que realmente me gustaría sería tener un cocinero en casa y, mientras yo veo series, que él me cocine. Y me llene el congelador. Porque yo, lo admito, me planifico mal. Compro ingredientes para hacer x platos, pero luego me sale mucha más cantidad y termino haciendo lo que Dios me da a entender. Me encantaría tener tiempo a diario para cocinar. Bueno, realmente lo tendría si hiciera un plato cada día (salvo los que tengo deporte). Pero en mi vida hay más cosas que el comer. Aunque no lo parezca. Y yo solo cocino los fines de semana. Entonces, ¿qué ocurre con esto? Pues que, si hago un caldo vegetal en condiciones y lo pongo en botes, ya lleno el congelador. Pero resulta que en el libro A todo vapor de Thermomix me encontré con una receta de un caldo concentrado de verduras. Y me dije: «esta es mi salvación». Y lo es. Ocupa muy poco en el congelador, siempre y cuando lo pongáis en una cubitera (en cada espacio de los cubitos, 1 cucharadita) y luego en bolsas. Por ahí dicen que, por su alto contenido en sal, no se congela. Es falso. Congela. Así que no lo guardéis todo junto, que es lo que he hecho yo. Ponedlo en la cubitera. Aprended de mis errores.

Ingredientes:

  • 200 gramos de apio bien limpio
  • 250 gramos de zanahorias
  • 100 gramos de cebollas
  • 100 gramos de tomate
  • 150 gramos de calabacín
  • 1 diente de ajo
  • 50 gramos de setas frescas
  • 1 hoja de laurel
  • 4 ramitas de perejil fresco
  • 200 gramos de sal gorda
  • 30 ml de vino blanco
  • 1 cucharada de aceite de oliva

Preparación:

Vamos a ver: realmente, las verduras son lo de menos. Con poner unos 900 gramos de lo que os apetezca, este caldo se puede hacer perfectamente. Se le puede poner un poquito de pimiento también (no mucho, que el pimiento es potente) o espárragos o calabaza o lo que tengáis.

Trocea las verduras, ponlas en el vaso de la MyCook junto con el perejil (también puedes usar otras hierbas frescas, como albahaca, salvia, romero… pero con mucha moderación, ojo, que si no el caldo te sabe a pasto). Tritúralas 10 segundos a velocidad 7. Abre la tapadera y baja las verduras con la ayuda de la espátula.

Ahora, añade la sal, el vino y el aceite. Quita el cubilete del vaso y pon el cestillo invertido encima de la tapadera. Programa 40 minutos a 110º C y velocidad 3. Deja enfriar unos minutos y tritura con velocidad Turbo, siempre con el cestillo puesto encima de la tapadera.

Sí: son 40 minutos. No, no tiene casi líquido, pero no se quema nada. Era mi gran duda, sinceramente. Sale perfecto, saladísimo, obviamente, y para tener un caldo vegetal en condiciones, se usa 1 cucharadita por cada medio litro de agua. Si lo queréis más potente, usad 2 cucharaditas.

Para mí ha sido un invento grandísimo. Y mira que, por lo visto, es de las preparaciones básicas de la Thermomix… Pero yo lo acabo de descubrir. Ah, los descubrimientos: qué haríamos sin ellos.

Caldo concentrado en MyCook

Bisque de tomate

En realidad, un bisque es una sopa de marisco, pero no le voy a enmendar yo la plana al mismísimo Tal Ronnen. La receta viene en su libro The Concious Cook. A ver: el libro es fascinante, pero usa ingredientes industriales  (por lo visto de alta calidad, como una cosa que se llama Gardein Chicken. Bueno, la etiqueta de la criatura no está mal); otros que aquí no se encuentran, a no ser que tengas un restaurante, como una hoja africana que yo comí una vez en una ensalada en el Naguar de Oviedo (señores propietarios de los cocineros de España: no les cuesta nada tener, en la carta, dos platos veganos completos y otros dos vegetarianos. Desgraciadamente, cuando salimos por ahí nos conformamos con casi cualquier cosa) y, además, las recetas son de restaurante. No cocino platos que tengan diez preparaciones distintas incluidas en una («para el coulis de frambuesa», «para el crujiente de falsa piel de pollo»): yo cocino de diario y de andar por casa y como cosas como arroz integral con lentejas y tomate frito, que me han sobrado de hacer unas albóndigas. Cosas normales: salchichas con forma de cagarro que, sin embargo, están muy buenas; gazpacho de la tierra…

Como se están acabando los tomates del verano, pues compré los últimos buenos de pera que voy a encontrar de aquí al año que viene (adiós, veranito) e hice este Tomato Bisque. Que creo que es la única receta medianamente fácil de ese libro.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 60 gramos (4 cucharadas) de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cebolla picada
  • 2 zanahorias picadas
  • 3 dientes de ajo machacados en el mortero
  • 2 cucharadas de harina de trigo normal o sin gluten
  • 1175 gramos (5 tazas) de caldo vegetal (mejor casero, que el de brik es una mierda)
  • 800 gramos de tomates de pera triturados
  • 1 cucharada de perejil fresco picado
  • Una pizca de tomillo seco o las hojas de 2 tallos de tomillo fresco
  • 1 hoja de laurel
  • sal
  • pimienta
  • 260 gramos de anacardos crudos puestos a remojo toda la noche

Preparación:

Pon primero los anacardos en el vaso de la batidora, una vez escurridos y enjuagados, y añade agua fría hasta que los cubra unos 2 cm. Bate muy bien. No queda mucho granito, pero si no tienes una batidora muy potente, cuela la crema con un colador de malla fina o una bolsa para hacer leches vegetales. Esto es tu crema de anacardos. Necesitarás 390 gramos, pero obtendrás mucha más crema, que te puede servir para otras preparaciones. También puedes añadir agua y tener leche de anacardos.

Esta es la crema de anacardos:

Calienta el aceite de oliva en una olla a fuego medio. Agrega la cebolla y la zanahoria con los ajos machacados y sofríe unos 10 minutos. Remueve de vez en cuando. Luego, agrega la harina y cocina, removiendo frecuentemente para que se tueste, durante un par de minutos más. Ahora, echa el tomate, el perejil, el tomillo y la hoja de laurel. Lleva a ebullición. Una vez que hierva, bajas el fuego y lo tienes así, sin tapar, durante 30 minutos. Sazona con sal y pimienta. Cuando haya transcurrido la media hora, añades la crema de anacardos, das unas vueltas y sigues cociendo otros diez minutos. Ojo, no dejes que hierva, así que baja el fuego. Yo lo que hice fue apagarlo directamente, porque mi olla es de hierro y mantiene mucho el calor.

Saca la hoja de laurel y bate muy bien con una batidora de inmersión. Si no la tienes y solo tienes de vaso, quita el vasito que viene en todas estas batidoras, pon un paño por encima y bate. Pero ten cuidado que la condensación de calor puede hacer que salte la tapa y te quemas viva. Vamos, que yo siempre que he tenido que batir algo caliente, he esperado a que se enfriara. Ya me salió una ampolla una vez y espero que ninguna más.

Sirve adornado con perejil picadito.

A marisco no sabe, pero está que te cagas.

Es acabar de escribir eso y escuchar interiormente la voz de mi madre: «Hija, cada día eres más fina».

Bisque de tomate

Sopa de alubias blancas y hojas verdes

Uso muchos aparatos de cocina. La olla rápida, la crock pot, la Mycook, la picadora, el robot de cocina… Son estupendos para ahorrar tiempo y para tener comida casera siempre, porque, ya lo he dicho muchas veces, para comer bien hay que cocinar… y hay que planificar. Esta sopa está hecha en la olla rápida y, con adaptaciones, está sacada de Vegan Pressure Cooking, que considero imprescindible para saber sacarle el partido a la olla rápida. Cada olla es un mundo, así que los tiempos que aparecen en el libro son orientativos: mi olla tarda más. Eso hay que tenerlo en cuenta porque, cuando se hace por primera vez una comida en la olla rápida, hay que apuntar los tiempos que tarda tu olla en que las legumbres estén blanditas. La receta cunde mucho: yo la tuve que hacer en dos tandas, porque, cuando uno cocina legumbres y otros alimentos que producen espuma, es mejor no llenar la olla hasta arriba, sino solo hasta la mitad.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 270 gramos de alubias blancas puestas en remojo toda la noche
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 4 dientes de ajo muy picados
  • 320 gramos de zanahoria a cuadritos
  • 160 gramos de cebolla picada
  • 120 gramos de apio picado
  • 140 gramos de champiñones limpios y picados
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharada de hierbas de Provenza
  • 1/8 cucharadita de pimienta negra
  • 1/8 cucharadita de copos de pimiento rojo
  • 1200 ml de caldo vegetal
  • 470 mililitros de agua
  • 65 gramos de tomate concentrado
  • 200 gramos de hojas verdes (yo usé espinacas, pero puedes usar espinacas, acelgas, rúcula, col rizada…)
  • 45 mililitros de zumo de limón
  • De 1 a 1 y 1/2 cucharaditas de sal

Preparación:

Enjuaga y escurre las alubias.

En la olla, sin tapar, calienta el aceite a fuego medio-alto. Añade el ajo, la cebolla, la zanahoria y el apio. Saltea, removiendo, durante 3 minutos. Agrega las especias y los champiñones y saltea de 3 a 5 minutos, hasta que los champiñones se hagan. Incorpora el caldo, el agua y el tomate. Mezcla. Ahora añade las alubias y las hojas verdes y mezcla otra vez.

Tapa la olla y cocina a alta temperatura (en la mía es el 2)… ahora viene el problema. En el libro pone de 6 a 8 minutos. Pero para mí esto es insuficiente. En mi olla son de 15 a 18 minutos. Es mejor quedarse corto e ir probando, porque si están duras, tiene fácil arreglo y, si se cocinan de más, se harán un puré. Que tampoco pasa nada porque puedes hacer un puré directamente batiendo la sopa entera y queda una comida riquísima. Aquí no se tira nada.

Deja que el vapor salga de forma natural. Si tras 10 minutos no ha salido todo el vapor, abre la válvula porque, si no, luego te costará mucho abrir la olla. Y mucho es mucho. Quita la tapa, agrega el zumo de limón y la sal, remueve y quita el laurel.

Yo prefiero dejarla menos tiempo y luego tenerla cociendo con la olla abierta y la sal unos 5 o 10 minutos: quedan mucho mejor las legumbres de esta manera.

Sopa de alubias blancas y hojas verdes

Sopa de verduras con mantequilla de cacahuete


Lo mismo que en verano no me apetece absolutamente nada encender el fuego (lo del fuego suena muy bien, pero es pulsar un botón en la vitrocerámica), el otoño y el invierno es el tiempo de las sopas reconfortantes para comer y para cenar. Esta es una sopa con mantequilla de cacahuete (de la que me regaló MyProtein) cuya receta es de la muy maravillosa Terry Hope Romero y su no menos maravilloso Vegan Eats World. Si no os gusta la mantequilla de cacahuete, no lo intentéis con esta sopa. Me ha ocurrido que he dado a probar platos a gente que la odia… Hombre, pues no te va a gustar. Es como si a mí me pones pimientos.

Ingredientes para 6 u 8 raciones:

  • 675 gramos de calabacín en dados
  • 1 cucharada de aceite de cacahuete
  • 1 cebolla grande, pelada y picada fina
  • 2 zanahorias grandes, peladas y cortadas en cubos o en forma de media luna
  • 4 dientes de ajo, pelados y muy picados
  • Un trozo de jengibre fresco, pelado y muy picado
  • 1 cucharadita de semillas de cilantro molidas
  • 940 ml de caldo vegetal
  • 2 hojas de laurel
  • 225 gramos de tomate de pera sin semillas y en cubos
  • 185 gramos de mantequilla de cacahuete
  • 1 cucharada de zumo de lima (es el zumo de media lima)
  • 1/2 cucharadita de sal más un poco más
  • Pimienta negra recién molida
  • Cilantro fresco

Preparación:

Espolvorea una generosa pizca de sal sobre los calabacines y ponlos en un colador grande encima del fregadero o de un bol. Deja que suelten agua. La soltarán. Prepara, mientras tanto, el resto de los ingredientes. En una olla grande, calienta el aceite a fuego medio. Añade la cebolla y saltea 5 minutos, hasta que esté suave. Agrega la zanahoria y saltea 1 minuto más. Incorpora ahora el ajo, el jengibre y las semillas de cilantro molidas y saltea durante 1 minuto. No dejes de remover para que las especias se mezclen bien.

Ahora es el momento de añadir el caldo, el laurel y los tomates. Sube el fuego, ponlo a fuego medio-alto y lleva a ebullición. Prepara, mientras hierve, la mantequilla de cacahuete: ponla en un bol. Cuando el caldo esté hirviendo, agrega un cucharón del caldo al bol de la mantequilla de cacahuete y remueve bien para que se disuelva: hazlo con una cuchara de madera. Añade la mantequilla disuelta con el caldo a la olla.

Escurre el calabacín, añádelo a la olla también y espera que recupere el hervor. Cuando hierva, baja el fuego, tapa parcialmente la olla y cocina de 15 a 20 minutos, hasta que las verduras estén tiernas. Añade la lima, la sal y la pimienta. Prueba y ajusta la sazón. Ya la puedes retirar del fuego: tapa la olla y deja reposar unos 5 minutos. Agrega el cilantro fresco y sirve.

Sopa de verduras con mantequilla de cacahuete

Lentejas garam masala

Después de los artículos sobre olla rápida, tocaba estrenarla, claro que sí. Y creo que va a ser uno de mis aparatos de cocina favoritos. El libro Vegan Pressure Cooking es maravilloso. Al menos, tiene ingredientes que yo uso (eso, en mi idioma, significa «no todo lleva pimiento» y las recetas están muy bien explicadas. Estas lentejas son muy básicas, pero insuperables. Quedan así de espesorras. Que, por cierto, es como a mí me, gustan. La receta original dice algo que los americanos… Mirad, no sé por qué hacen estas cosas: 2 cucharadas de chalota picada, dice. Un cuarto de cebolla, oye, y vamos que nos matamos. Es que yo, la chalota, no sé qué es y nunca la he visto. Ni las cebollas dulces. Bueno, sí, las cebollas dulces las he visto en supermercados, pero no compro verdura en supermercados, la compro en pequeño comercio. Lo mismo un día me hago con una bolsa… por probar.

Ingredientes para 6 raciones:

  • 350 gramos de lentejas pardinas
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1/4 cebolla picada
  • 2 zanahorias en daditos
  • 1 o 2 tallos de apio en daditos
  • 1/2 cucharadita de garam masala
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 1/2 cucharadita de comino molido
  • 1 hoja de laurel
  • 470 mililitros de caldo vegetal
  • 705 mililitros de agua
  • de 1/4 a 1/2 cucharadita de sal
  • pimienta al gusto

Preparación: 

Enjuaga y escurre las lentejas.

En la olla destapada, calienta el aceite a fuego medio. Añade la zanahoria, el apio y la cebolla y saltea de 3 a 5 minutos.

Agrega el garam masala, el comino, la canela, la hoja de laurel y las lentejas y remueve para que los sabores de las especias se mezclen bien.

Tapa la olla, ponla en el punto máximo (la mía tiene 1 y 2 y la puse en el 2) y déjala de 7 a 10 minutos. Permite que salga el vapor de forma natural: esto es, aparta la olla del fuego y deja que el indicador de presión baje.

Agrega ahora la sal y remueve y añade un toquecito de pimienta.

Lentejas garam masala